Quién va por el que se va
La virtual decisión de Eduardo
Espinosa Abuxapqui de separarse del cargo de Presidente Municipal con licencia,
es a modus propio, y quién habría de sustituirlo, no depende única y
exclusivamente de la voluntad del alcalde saliente.
Tras haber advertido las
opiniones de los tratantes y los consultados. Además de los análisis, dimes y
diretes, participarían 3 figuras que se encuentran dentro del cuerpo edilicio
del ayuntamiento Othón P. Blanco.
Uno que está en el sitio dos,
fuera del componente del cabildo electo como secretario general, Jorge Aguilar
Cheluja, dos, una mujer en el sitio de primer regidor, Marina González Zihel, y
el otro que está fuera de lo que orla al equipo del actual presidente y suena
fuerte, es el Síndico municipal, Arturo Fernández Martínez.
Las opiniones de los tres en
mención coinciden en lo riesgoso de operar los programas del municipio
capitalino por lo complejo de sus magras finanzas. Uno por otro, más otro, con
daños colaterales y el riesgo de operar la espina dorsal del municipio por la
falta de atención de los servicios públicos municipales en riesgo de
una parálisis.
Otra opinión coincide en el
riesgo de que si se intervenían las influencias del presidente con licencia
para inclinar la balanza hacia quien ostenta el cargo número 2, se podría
potenciar la parálisis de los miembros inferiores, exponiendo las bondades que
se requieren en la base trabajadora municipal.
Habría que hacer connotar que
la negativa o aprobación de quién será el presidente sustituto es responsabilidad
del H. Cabildo othonpeblanquense, en primera instancia, con lo que se debe
acatar la máxima decisión constitucional. Sin embargo alguna información deja
más que decir que seguramente el Legislativo local tendría injerencia legal en
tal álgida decisión y, también, la decisión del alto mando del PRI.
Más en una zona que es muy
sensible como el municipio othonense asentado en la cabecera de la capital
política de Quintana Roo, entonces le prestarán mayor atención. Y para esa
decisión adicional pondrán en la mesa de análisis a los tres tratantes. –Y,
también, si hubiera otro, u otros prospectos, al respecto-.
A pesar de que en varias
oportunidades los propios precandidatos a suceder al presidente saliente, si se
fuera de licencia, no saben si son o no son o deberían ser. Pero sus deseos de
coronarse en el palacio municipal, si lo son, y su corazón se llena de
vitalidad.
Aunque ya hay una que se
adelantó y alzó la mano, Marina González Zihel, al decir, -que por ley seré yo
como primera regidora, la presidenta sustituta-.
Quintana Roo de Chucho a
Beto
Desde que el gobernador del
Territorio Federal, David Gustavo Gutiérrez Ruiz, entregó la estafeta del
cambio al gobernador constitucional, Jesús Martínez Ross, le prosiguieron los
mandatarios del Estado, Pedro Joaquín Coldwell, Miguel Borge Martín, Mario
Ernesto Villanueva Madrid, Joaquín Ernesto Hendricks Díaz, Félix Arturo
González Canto, hasta la fecha con el actual gobernador del Estado, Roberto
Borge Angulo.
Al actual gobernador de Quintana Roo,
Roberto Borge Angulo, toca en turno lo que es inherente al quehacer como Estado
Libre y Soberano respecto a la política social alentando la existencia de los
más valiosos principios de los quintanarroenses, la pluralidad de posturas y
creencias éticas, políticas y religiosas y, de manera destacada, la tolerancia
y el respeto a la discrepancia.
A la distancia de cuatro décadas de Quintana Roo y su autonomía,
constituye uno de los atributos de la entidad de todos los tiempos y, en tal
sentido, se constituye como la región federada más joven del país, la cual se
define en el tiempo y en el espacio.
Danzón dedicado
El caso político del estado de Quintana Roo es emblemático por estos días. Ya
los medios reseñaron parte de un mensaje del gobernador Borge que a miembros
del partido hizo llegar marcando la pauta: “Quintana Roo para los
quintanarroenses”, más a los que sienten que cada día la decisión del candidato
del PRI a gobernador para la sucesión del 2016 se acerca, y son varios los
priistas aludidos que se encuentran en la palestra o que ya alzaron la mano
anticipadamente.
Los análisis que se vierten en
los mentideros políticos de café, en sus conjeturas afirman, que antes de ese
mensaje ya se tenía previsto lanzar como candidato para ese cargo al hijo mayor
del Partido Verde Ecologista, Jorge Emilio González, de cuota como parte de la
alianza PRI-Verde.
Según el panorama
premonitorio. Sería nuevamente su padrino quien lo monte en el caballo para
participar en el hándicap de sucesión en el 2016, tal como logró hacer al
mencionado llegar al Senado de a muertito. Y ahora sin ese esfuerzo, está de
licencia.
Hay muchas acusaciones en el
contexto. Una es la que vincula al llamado “niño verde” con el Estado, que solo
ha venido a departir con amigos el tiempo regocijándose en la vida epicúrea, de
diversión y entretenimiento. Y que sería una copia de su anterior ejercicio.
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