martes, 1 de septiembre de 2015

La Bola de Cristal, "Carretera con sentimiento de pertenencia", 30 de Septiembre del 2015

Carretera con sentimiento de pertenencia

La noticia de los últimos días ha sido sin duda el estado de excepción del hundimiento de la arteria más importante de Quintana Roo, suscitado de forma fortuita en el tramo carretero Cancún-Playa del Carmen, en ambos lados están asentados los municipios turísticos más concurridos del Caribe Mexicano, Benito Juárez y Solidaridad.

El aspecto turístico de lo que allí sucede, ha llamado la atención de la opinión pública local, nacional e internacional. Se trata de una de las carreteras del Estado con mayor fluidez con 30 mil vehículos diarios en su paso. Y esto, como tal, tiene un doble matiz que va acompañado de muchas cosas buenas y otras malas. 


La confraternidad entre ambos lados ya es proverbial. De uno y de otro lado se cruza para traslado del turismo, trabajo, comercio, vínculos familiares y otra serie de factores que generan otras actividades, como la cotidianidad de los habitantes de uno y otro lado. 



Lo que sucede en el lugar no es nada nuevo, y muchos de los fenómenos naturales datan desde hace muchos años. Que han empeorado con el tiempo tampoco es un secreto.


Cavernas que con el paso del agua subterránea reblandecen la capa al exterior que en su momento tenía solidez, hasta llegar debilitar la compactación con el resultado de hacerse un socavón en el tramo carretero con los resultados a la vista.  


Había que tomar acciones complejas, complicadas, polémicas. Sin duda alguna. Pero se tomaron las correctas, las adecuadas y las convenientes. No se puede dudar que los últimos días hayan puesto de inmediato medidas urgentes para la reparación del tramo carretero que colapsó.


Hubo las soluciones y mucha, con la a sensibilización ante el asunto como prioridad, se ha generado por lo que refleja la dimensión del problema para el turismo y la utilidad necesaria de gran movilidad en su traslado, ha conseguido que importantes personalidades e instituciones se pongan a la orden para remediar y facilitar la fluidez vehicular.

Por ello se activó un operativo especial en el que participaron la SINTRA, Seguridad Pública del Estado, Dirección General del Aeropuerto Internacional de la ciudad de Cancún, Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), elementos del Ejército Mexicano y de la Policía Federal.

La afinidad del actual gobierno de Quintana Roo, al mando del gobernador, Roberto Borge Angulo, con los organismos estatales y federales inherentes e inclusive con el apoyo de constructoras, puso manos a la obra. Este perfil coloca al mandatario quintanarroense como un mediador calificado en la circunstancia que se vive por el problema carretero suscitado. 


Sobre la intervención de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte, de gran capacidad en la construcción de carreteras, caminos y puentes federales, fue muy objetiva, aun con su gran experiencia, consideró quien los apoye, como el grupo ICA que ipso facto se avocó en busca de la solución a tan importante problema.



Se espera que las oportunidades para encontrar soluciones a los problemas reales que allí existen, sean aprovechadas, porque están sobre análisis y estudios de geofísica y mecánica de suelos. Y se tiene la certeza de que no hay razón para que el atajar determinadas irregularidades signifique irremediablemente la creación de otros contratiempos. 



En el espíritu de pertenencia está el acercamiento fraternal del Estado con los visitantes y habitantes que comparten la arteria de traslado más importante de la actividad turística por excelencia en Quintana Roo.


Esta debe ser el paso para los encuentros del ir y venir de norte a sur, centro y en los caminos que confluyen para cruzar a las islas quintanarroenses que baña con sus aguas turquesa el Mar Caribe.

Y, por eso, las soluciones por edificarse nuevamente el tramo carretero colapsado es una gran oportunidad de bienestar y progreso para Quintana Roo.

Y no se pudo hacer caravana con sombrero ajeno

En el fenómeno natural que colapsó la carretera Cancún-Riviera Maya, no pudo figurar ninguno de la congregación opositora como ángel provincial donde siempre se manifiestan haciendo caravana con sombrero ajeno con la convicción de que es necesario superar contradicciones estériles y por no poder enrolarse en declaraciones flamígeras. Y así se visualice al enemigo y unan fuerzas contra él.

En medio de esta situación, se puede recordar los infecundos enfrentamientos con la jerarquía del Estado, los conflictos desgastantes al interior de las alas opositoras de izquierda y derecha, terminando dando más importancia a otras de las partes que al todo lo que había pasado en la carretera.


A raíz de divisiones y fracturas partidistas bajo la tolda opositora, nace un nuevo ideal en el partido tricolor, el de construir un proyecto de Estado y el prístino líder se propuso fomentar una unidad mayor a la coyuntural entendiendo que el bien común, que es el todo por el pueblo, es más importante que cada postura y opción individual, color e ideología.



Sin embargo, es necesario el cambio de algunas mentalidades antagónicas con criterios que se tomen en cuenta para lograr la unidad y el desarrollo dentro de su misma bandería, se entiende que no se llega a la unidad mientras exista la tentación de obviar los conflictos internos y externos y no asumirlos con ética partidista.


Tampoco se logrará si se aplican políticas crematísticas –poder y dinero- alejadas de los fines para el desarrollo de los pueblos, como son mal vistas las visiones ideológicas de los partidos contrarios al PRI, PAN y PRD, que suelen ser propuestas impuestas solamente en épocas electorales o simplemente contra aquellos grupos que están en el poder.

En esta época donde el pueblo demanda atención, se deben evitar posturas moralizantes, es decir, aquellas que aíslan la conciencia de los procesos y hacen proyectos informales más que reales.


Es tiempo que se comiencen a formalizar criterios que ayuden a discernir la vida política y social del Estado, con la solidaridad que es superior al conflicto. Más de 40 años después de 1974, en el 2016, año de la sucesión gubernamental los del PRI retomarán nuevamente Palacio y, ya ahí, agregará otro criterio de realidad sobre la misma idea. Se entiende que estos criterios han ayudado a resolver el desafío de ser ciudadano quintanarroense y de pertenencia a una sociedad con todo intento de fortalecer los lazos sociales integrados a la vida quintanarroense.





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