martes, 28 de octubre de 2014

La Bola de Cristal, "Alta incidencia de delitos entre jóvenes", 28 de Octubre del 2014

Alta incidencia de delitos entre jóvenes

Los delitos entre los jóvenes han aumentado de forma alarmante en los últimos tiempos, pasando a ser un problema que cada vez genera mayor preocupación social, tanto por su incremento cuantitativo, como por su progresiva peligrosidad cualitativa.

La delincuencia juvenil es además una característica de sociedades que han alcanzado un cierto nivel de prosperidad y, según análisis, en las sociedades menos desarrolladas, la incidencia de la delincuencia juvenil en conjunto con los demás delitos, está ligada a la obtención ilícita de bienes materiales para el consumo de drogas y, además, la generación de la violencia de entes con mentes trastornadas de fatales consecuencias.

Mientras el pueblo clama al cielo lo que le permita salvaguardar su estándar de vida con cierta tranquilidad, en la medida que el ente del mal orienta su inmenso dominio emocional sobre manipulación de mentes jóvenes como apresto de conquista emprendida buscando que se amolden a sus malignos objetivos.

Además de trasgredir a la sociedad incrementa el índice de delitos perpetrados por jóvenes en sus variadas modalidades, como los robos y asaltos a transeúntes, casas habitación, vehículos, asalto a mano armada, fatales accidentes automovilísticos y criminales agravios entre parejas sentimentales.

En este contexto la juventud es la que viene padeciendo por el dominio de los demonios del mal, pues la adolescencia y juventud se desvanece al mismo tiempo que los sentimientos desviados que les hacen perder la vida en su plenitud.


Se corta el sentimiento amoroso ante las miserias generadas por la escasez de valores e inseguridad, esta última padecida por igual en todos los estratos sociales de donde es, la fatal violencia, de los delitos que más han incidido en los últimos acontecimientos acaecidos en este sufrido llano en llamas.



La disparidad no es otra cosa que la intensificación de grietas sociales consecuencia de una disfunción familiar o la estrechez de la mente de algunos que no han entendido de valores si no entran en razón de que esos mismos valores fundamentales son mucho más complejos de lo que suponen y que fuerzas extrañas atrapan sus mentes.


Lo repetimos, entre el mal y el bien es un rasgo diferenciador por excelencia. Así lo fue en las sociedades más antiguas, donde la grandeza de los valores predominaba en la propia sociedad. La nuestra tiene un origen mucho más reciente, pero ahora con muy fuertes rasgos de indiferencia, objeto de la modernización y sus avatares que contraen la tranquilidad, progreso e incitan al infortunio y, además, de la presión, depresión y opresión enorme.

Es inevitable detener el inminente paso de la modernidad, lo que debe ser crucial para enfrentar los retos actuales y del futuro, es que todos deben invertir más en enseñanza y formación del semillero de la nación para crear y asimilar nuevos conocimientos que permitirán enfrentar la cambiante realidad.

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