Sube la temperatura política
Ese clima pre conflicto recientemente
motivó palabras de preocupación del candidato independiente, Andrés Ruiz
Morcillo, quien plantea la adopción a las acciones correctivas del INE, para
echarle al Gobernador la culpa de todo lo que le pasó, le pasara y hasta de que
le pasaría. Pero no se observa esa disposición en el comando estratégico de las
acometidas al ex acendrado priista -ya suelto- ahora con la libertad de andar
compitiendo como independiente.
Sube la temperatura de la indignación
ciudadana. El soberano pueblo está hasta el gorro de las banales promesas en
tiempo de campañas en este proceso que se avecina, de ese armisticio que con
ellos ese estará en la mar de la felicidad y de este socialismo. También de la
retahíla de spots de las cadenas de radio y televisión que taladran los oídos.
Asimismo la gente está escocida de la
sarta de mentiras, desestabilizaciones y complots de la ultraderecha junto con
la egolatría de la izquierda ergo mezquina, incompetente y populista, queriendo
irritar al pueblo al exculparse por la crisis galopante y eso si culpando al
poder ejecutivo federal en turno.
Como si no bastara, frente al soberano pueblo siguen destapando presuntas ollas
podridas que salpicarían a la maquinaría tricolor. ¿Verdades o mentiras? El árbitro
electoral ha rechazado las denuncias sobre las supuestas fechorías electorales.
La reacción del aparataje rojo fue inmediata y automática contra los acusadores
señalados por esos medios. Las baterías de denuestos y las acciones judiciales
se activaron, paradójicamente, contra los denunciantes.
También el soberano está harto hasta el gorro de todas las encuestas, estudios,
cómputos, análisis, comparaciones y predicciones realizadas por los contendores
que se quieren hacer saber cómo que ya son los triunfadores a escasos días del
proceso de elección al parlamento federal, con sede en San Lázaro.
Sin embargo a los partidos opositores
al PRI, sean los más vistos, PAN y PRD, se les auguran derrotas por ser de los
partidos con más descontroles, restricciones, contrariedades, penurias,
deterioro, contracción, desencanto, tensiones y mayor conflictividad intestina.
Palenque político
El palenque de gallos es considerado
como una fiesta tradicional mexicana o afición por las apuestas en algunas
personas, mientras por otro lado, es un caso de similitud con las contiendas
político-electorales, porque también se realizan peleas entre partidos y
colores.
La pelea de gallos se efectúa
normalmente en igualdad de condiciones entre los ejemplares que participan tanto
en su peso como en su preparación. Según sus partidarios, la finalidad es
seleccionar al ejemplar que muestre mejores cualidades para el combate, acción
que la realizaría con el fin de ser los reproductores del color de su gallera,
partido o criadero, hasta la aparición de un nuevo oponente retador
independiente.
Los expertos en la materia añaden que
los gallos de pelea son criados y entrenados con la finalidad de combatir “a
muerte” y que se comporten como contendientes que desarrollen sus habilidades
con mayor agresividad, esto con respecto al argumento de los criadores de que
sus gallos estarían dando la pelea con el instinto de “matar” al rival alentándolos
con oxígeno trasmitido de propia boca abriéndoles el pico.
Se afirma que no puede justificarse
en la presente contienda en el palenque electoral federal con quienes tratan de
mantener la fortaleza de una especie incluyendo otra, porque en realidad este
tipo de gallos pintos no es una especie digna de contender, sino una rara avis
que resultó de una crisis artificial, más cuando se pretende pelear con un
gallo de otra raza, partido o criadero.
Entonces la cultura de la política
con sus gallos de pelea electoral –junto con los galleros- en el contexto a
propósito del clima político que se avecina en la arena del palenque donde se
sitúan juegos de apuesta con personajes camaleónicos, -por aquello del cambio
de color- que se asocian para enrarecer el clima político del patio con una
fenomenología que pronostica que su devenir sea por demás azaroso y un final
desastroso.
En donde se ve lo dispuesto como un
palenque de gallos, en donde todo puede suceder con artimañas, porque los
galleros han iniciado el amarre de filosas navajas a sus gallos en el preámbulo
de la contienda electoral. En esta línea ya se muestra la gallera variopinta
que va a contender contra los gallos colorados comandados por un respetable
gallo giro.
En este ítem, –indicador-, en los
tanteos preliminares a la contienda electoral ya se lleva a cabo un plan
provocador hacia un destinatario específico para este fin en constante
movimiento reñidero, amañado anticipadamente, -como es la práctica de la
gallera opositora-, contra el contendor tricolor que se muestra con mejores
cualidades.
A unos días de la aparición de la
fecha de inicio de la contienda electoral, no cesa el intento de los partidos
de oposición al PRI estar presionando al árbitro electoral para que les deje
una cancha a modo, -aduciendo, que de no hacerlo, es porque sólo reciben
consignas para inclinar propósitos electoralistas a favor del partido tricolor.
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