La Bola de Cristal
Febriles impugnaciones opositoras
Rogelio RIVERO
Con las candidaturas independientes la democracia en Quintana Roo se fortalece al permitirles a los ciudadanos insertarse en la política-electoral dignamente, y será la pauta para levantar a los sectores populares con la genuina esperanza de prosperidad de los pueblos.
Esta nueva realidad implica corregir la correlación de los derechos electorales de los ciudadanos e implica el desmoronamiento de candidaturas recurrentes de los partidos al competir con ciudadanos comprometidos en los asuntos públicos que emanen de la sociedad.
La impugnación del PAN en la SCJN que se ha hecho pública para echar abajo las candidaturas independientes en Quintana Roo, junto con los agoreros del PRD, que no saben dónde queda la democracia, aun con la muestra clara de que sí van solos como partidos, no son garantía de nada.
Los tildes locales del PAN y PRD han resaltado su antagonismo propulsor al replicar en la SCJN como una especie de rara avis, porque cada uno de ellos intenta aparentar que son únicos en la visión electoral regional.
El dirigente local del PAN, Eduardo Martínez Arcila, con febril impulso desasosegado, metió una impugnación en la SCJN para no dar paso a las candidaturas independientes en el Estado. Se nota que no hay congruencia en la ardorosa élite albiceleste.
En ese mismo tenor, también orla en la diadema del líder local del partido aurinegro, Emiliano Ramos Hernández-. Los dos se combinan con la mezquindad y el resentimiento de entes antagónicos para tumbar la reforma constitucional del Estado a iniciativa del Ejecutivo, avalada por el Legislativo y la mayoría de los ayuntamientos, y así mantenerse en el status quo donde ellos creen ser los reyes de sus comarcas.
Y así se prefiere la comodidad de acudir a los tribunales aunque sea navegando sobre las turbias aguas azules en una nave a punto de naufragar, y con los candentes rayos amarillos emanados de un sol negro con intensos síndromes febriles de ansiedad por impugnar.
Y así se prefiere la comodidad de acudir a los tribunales aunque sea navegando sobre las turbias aguas azules en una nave a punto de naufragar, y con los candentes rayos amarillos emanados de un sol negro con intensos síndromes febriles de ansiedad por impugnar.
Estamos en los prolegómenos del proceso electoral intermedio para elegir el cambio de diputados en el Congreso y los Ayuntamientos del Estado el domingo 7 de julio de 2013, fecha en la cual los electores quintanarroenses tendrán la oportunidad de elegir mediante el sufragio a quienes los represente.
Es innegable que dicho proceso será atípico, pues estará precedido por una fuerte contienda electoral caracterizada por movilizaciones político-electorales, ahora con la oportunidad de incluir candidaturas independientes.
Esa contienda viene signada por ser una nueva etapa electoral y se ha concentrado para dar parte a candidatos independientes al motivar a los ciudadanos a participar, y dejar claro que se tratará de un proceso electoral distinto.
La verdad que hay muchas razones para salir a elegir en julio de 2013 quienes serán los nuevos representantes en el Legislativo y los integrantes de los Ayuntamientos. Más allá de su cercanía o no con la gente, el argumento de impugnación por sí solo es revelador de una falta de méritos propios de cada opositor para poder optar por la victoria.
Es innegable que dicho proceso será atípico, pues estará precedido por una fuerte contienda electoral caracterizada por movilizaciones político-electorales, ahora con la oportunidad de incluir candidaturas independientes.
Esa contienda viene signada por ser una nueva etapa electoral y se ha concentrado para dar parte a candidatos independientes al motivar a los ciudadanos a participar, y dejar claro que se tratará de un proceso electoral distinto.
La verdad que hay muchas razones para salir a elegir en julio de 2013 quienes serán los nuevos representantes en el Legislativo y los integrantes de los Ayuntamientos. Más allá de su cercanía o no con la gente, el argumento de impugnación por sí solo es revelador de una falta de méritos propios de cada opositor para poder optar por la victoria.
Así es como se instala la locura destructora en las banderías opositoras, al comenzar la replica como amenaza y tomar tiempo a medida que se quiere avanzar para conquistar el poder, impugnando como estrategia porque sienten como atentado a su presencia única.
La historia les enseñará que nada es eterno y mientras esos iluminados están ocupados en alimentar su ego desmesurado, en conseguir reconocimientos y símbolos de poder de manera soterrada que les asegure el porvenir, aun cuando el viento cambie de dirección, están dispuestos a pasar por encima del ciudadano y del orden constitucional del Estado para tratar de conservar sus privilegios.
La historia les enseñará que nada es eterno y mientras esos iluminados están ocupados en alimentar su ego desmesurado, en conseguir reconocimientos y símbolos de poder de manera soterrada que les asegure el porvenir, aun cuando el viento cambie de dirección, están dispuestos a pasar por encima del ciudadano y del orden constitucional del Estado para tratar de conservar sus privilegios.
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