La Bola de Cristal
Rogelio Rivero
La cultura del huracán
Toda la historia de Quintana Roo ha estado configurada a través de la solidaridad de sus habitantes, lo que ha sido guía o precepto de cultura ante los embates a esta entidad caribeña de fieros huracanes.
Al unísono con el Gobierno, ha sugerido entrelazarse con esos principios y, que sean a su vez, motivo y base fundamental para lograr una obediencia y disciplina de los sistemas de protección civil.
Año tras año la entidad quintanarroense –como puerta al Caribe-, enfrenta los sistemas hidrometeorológicos que se forman en el océano Atlántico y recorren el Mar Caribe buscando alguna salida con sus fieros vientos huracanados, “pegando” así a las islas y a todo lo que tenga enfrente en la parte continental de forma severamente importante.
Pero analizando el presente panorama de la temporada de huracanes y deteniéndose en lo ya transcurrido en el sur del Estado con serias inundaciones a consecuencia de un frente frio considerado como tormenta tropical y anunciando como viene el nuevo ciclo de ciclones y su paso lluvioso por esta entidad caribeña.
Pero analizando el presente panorama de la temporada de huracanes y deteniéndose en lo ya transcurrido en el sur del Estado con serias inundaciones a consecuencia de un frente frio considerado como tormenta tropical y anunciando como viene el nuevo ciclo de ciclones y su paso lluvioso por esta entidad caribeña.
Ante tal propuesta de la naturaleza con los meteoros naturales, surge desde el inicio, una respuesta de prevención y auto protección, que internamente el sistema de protección civil del Gobierno del Estado introduce de manera intermitente con una condición esencial, el trabajo conjunto para la salvaguarda de los ciudadanos quintanarroenses y a la gente que en su paso esté de visita por el Estado.
Es una idea de la cultura del huracán penetrada en el sentir de los quintanarroenses, por lo que ha trasteado trágicamente el pasado y lo que va del presente y, para ello sobre todo, habrá que prevenirse cuando se propone un huracán “pegarle” al Estado caribeño, lo primero que debe de transformarse en el sentimiento de solidaridad frente al reto planteado.
Es allí, donde el trabajo exige la mancomunidad, lo que es esencial para entender la problemática antes, durante y después del paso de la temporada de huracanes, que exige una inmensa atención de alerta de todos.
Por esta razón los mecanismos de alerta del Estado en prevención del pueblo, las que se emiten desde los centros de prevención de huracanes por los medios de comunicación al alcance en el Estado que, de forma previsora, con los avisos oficiales del estado del tiempo, la ubicación de un meteoro natural, lo que constituye certeza, de cuándo, a qué hora y en dónde, entrará un fenómeno natural.
Un ejemplo significativo –que ha habido varios- de lo expresado en el desarrollo exponencial de un huracán, sobre todo en la experiencia que se ha vivido en la ciudad de Chetumal por el fiero paso del súper ciclón “Janet” en septiembre de 1955, la tragedia vivida inspiró al compositor chetumaleño, Carlos Gómez Barrera, la letra de la canción “Leyenda de Chetumal”.
Un ejemplo significativo –que ha habido varios- de lo expresado en el desarrollo exponencial de un huracán, sobre todo en la experiencia que se ha vivido en la ciudad de Chetumal por el fiero paso del súper ciclón “Janet” en septiembre de 1955, la tragedia vivida inspiró al compositor chetumaleño, Carlos Gómez Barrera, la letra de la canción “Leyenda de Chetumal”.
Ahí donde tiene su imperio el mar del Caribe,
nació la princesa más bella de Quintana Roo.
Su padre fue el rey infortunio y cuenta la historia,
que un día destruye su reino, el hada Janet.
La patria dolida lloraba tan trágico sino,
mas surge increíble el coraje de un pueblo con fe.
Trabajo y amor al terruño obraron milagros
y así renació esplendorosa, Ciudad Chetumal.
Después de la tragedia por el paso del Hada Janet se levantó el pueblo chetumaleño para reconstruir sus hogares destruidos por la fiereza de la naturaleza, que ahora en las postrimerías tuvo como resultado asimilar la cultura del huracán.
No vamos muy lejos con lo que ocurre hoy en día, por ejemplo, en el sur del Estado, donde desafortunadamente los habitantes padecen de severas inundaciones en el inicio de la temporada de huracanes, por lo que a paso decidido se ha instalado un sistema de protección civil y de ayuda a los quintanarroenses damnificados en ese punto cardinal del Estado.
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