¿Y la oposición?
Los partidos de oposición al PRI, PAN y PRD, han logrado desarticularse,
y ese logro fue acaso la falta de articulación partidista. Ahora. Sin embargo,
en Quintana Roo ese bloque opositor no ha logrado conectarse con las
organizaciones y tribus internas para lograr conjuntarse en las luchas
electorales.
Y muestra el comportamiento de los líderes y correligionarios en varios
de sus bandos, poniendo en evidencia que sus compañeros no están haciendo un
trabajo conjunto y coherente. Así fue como los agarró el deterioro desde el
proceso electoral federal Presidencial, sin tener nada que hacer, salvo seguir
buscando reflectores con el sistemático antagonismo al PRI en el poder.
Los resultados de esta sacudida son el distanciamiento entre los bloques y
tribus dentro de los partidos de oposición, PAN y PRD, en el primero, el
revoloteo en el amasijo por su dirigencia nacional entre Gustavo Madero y
Ernesto Cordero, lo que partió al PAN en dos. En el segundo, fue evidente la
estampida de los amarillos para integrarse a Morena bajo el liderazgo de Andrés
Manuel.
Sin su recuperación de popularidad e intención de voto y, más aún, sobre
el crecimiento de identificación partidista va en descenso el PRD, las
denuncias en la lastimada situación intestina comenzó a evidenciarse con la
elección de Carlos Navarrete como su dirigente nacional, provocando la renuncia
del autor de la primigenia perredista, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
La Magnifica Trinidad de los R’amos del PRD, con el Benjamín de la familia,
Emiliano Ramos Hernández, en la dirigencia local, evidentemente fue u proceso
de lo más mediático buscando el poder mediante el acompañamiento de la mayoría
de las tribus que orlan la aldea perredista so pretexto de la solución de sus
problemas internos.
Esta revisión estratégica y los malos resultados electorales producirán un
vuelco al disputar la estafeta del sol azteca, los perredistas, Julián Ricalde
Magaña y Alonso Ventre Sigfri, los que se quedaron a un lado, cruzándose las
definiciones en sus distintas variantes con las identificaciones de las tribus
en torno a Emiliano Ramos al interior del partido del sol azteca.
Las tribus de las distintas corrientes y expresiones integradas al
interior del partido del sol azteca como: Foro Nuevo Sol (FNS), Izquierda
Democrática Nacional (IDN), Patria Digna y Nueva Izquierda (NI). Nuevo
capítulo, y parece que el último, en la absurda guerra intestina que libran
desde hace ya mucho tiempo con algún que otro affaire de por
medio.
Ahora parece que los guerreros y las “Pocahontas” de la aldea estatal
del PRD están dispuestos a enterrar el hacha de guerra tras el acuerdo entre
las tribus del norte y sur del Estado, fumando la pipa de la paz, han acordado
abandonar todas las rencillas y corajes y no dirimirlas fuera del partido.
La decisión no hace más que pensar que así irían bien, pues esas
batallas al intestino del partido han sido un absurdo desde hace mucho tiempo
y, además, impedirán infructuosos litigios banales que ahora
podrán ser dedicados a otros apartados más importantes.
Eso sí, en las tribus afines y desafines han aclarado que no han fumado
la pipa de la paz, pues no ha habido acuerdo para licenciar a otro que no sea
alguien de su tribu en la dirigencia, y que continuarán con todos los
procesos legales abiertos o por abrir.
Resalta el imperioso –de imperio-, venganza y sometimiento a los que
fueron militantes renegados perredistas que denunciaron el voto asistido en la
elección interna de su dirigencia estatal con la aplicación de un paquete
de cédulas para que delegados a modo pudieran votar para sí mismos, lo que
habría generado ataques y dudas sobre su imparcialidad.
El uso de recursos designados al proceso inclinados a favor de la
campaña de Emiliano Ramos Hernández, candidato del imperio del norte, y dejarle
“migajas” a la planilla del llano en llamas del sur, los insultos contra el
contendor tricolor a través de los medios y hasta implicar al Gobernador
con críticas malhadadas, son síntomas de fragilidad, flaqueza y debilidad,
y se produce cuando la escasez es similar a la de una recesión por guerra y más
cuando se está en ruinas, cuando saltan los ávidos con el feroz acoso por
conquistar el mercado electoral.
Es inaceptable que después de dos meses de una implosión en el PRD que
causó decenas de tirados y heridos, además de otros daños cuantiosos, todavía
estén induciendo ante tribunales acciones correctivas y sanciones a quien
corresponda.
Lo cual hace suponer que la tesis del ataque del imperio perredista
instalado en Cancún no es la única y que, entre otras, la falta de
confiabilidad operacional por problemas de mantenimiento de su militancia
podría estar siendo considerado de pronóstico reservado y sea efecto de mayor
siniestro como precedente electoral.
Que la demanda de sufragios para repartir dividendos en el poder
crematístico, -que da poder y dinero- sea tan extremadamente alto de
adversidad, es el síntoma y no la causa del problema del conciliábulo opositor
con el que quieren convertir con sus repartos, y van con todos los agentes que
buscan deshacerse a la mayor brevedad de cualquier saldo negativo que no
necesiten en el plazo que queda del proceso federal 2015.
Para denostar algo que no resulta satisfactorio, o de una persona que no
satisfacía las expectativas a modo que se habían propuesto para ello, -quién lo
dijera-, los organismos políticos antagónicos, PAN y PRD, creen a pie juntillas
en las estadísticas donde expertos estilistas, maquillan, recortan y adicionan
cifras favorables según su conveniencia.
En la medida en que se intensifican los males y padecimientos bajo la
tolda opositora, en esa misma medida aumentan los dispares que ofrece la
oposición al Tricolor, como las explicaciones de lo que está pasando en el
interior de la aldea del PRD y en el amasijo del PAN, los momios no lucen
favorables, menos cuando las sumas resultan restas.
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