A esperar tiempos, instan a adelantados
La ciencia de la política de ahora requiere de condiciones muy
peculiares para quien la practica en un mundo interconectado, complejo e
interdependiente, hay que sumar otros requisitos a lo que ya es clásico en la
práctica del “madruguete”, sin el afán de conocimiento y la disciplina, la
destreza comunicacional, el liderazgo transdisciplinario, la colaboración con
fidelidad y lealtad y la capacidad crítica y creativa.
Ese cambio radical no es a los que se les despierta la ansiedad por adelantarse
y ser de los primeros en salir a escena aventajados, mostrándose con sus ansias
en los medios, sin antes señalar que son de lo mejor, reseñando que fueron
postulados con la decisión de su partido.
Y ya hay casos que intermitentemente se han visto que se muestren con
esos instintos de ser los más avezados para estar en el proscenio político con
esa tendencia creciente previo a las elecciones electorales en el 2016 que se
realizarán en el Estado, en donde se renovará el Congreso local, las
presidencias municipales y la gubernatura estatal. Y aún no es tiempo de
levantar la mano.
En esa práctica del “madruguete”, los adelantados han dejado visos que
de no ser ellos buscarán la autonomía, lejos de la motricidad de la maquinaria
de unidad dentro de su bandería política, sin la lógica de seguir unidos en
equipo.
Participación política con trabajo
Se les ha dicho enfáticamente a los adelantados que ahora la participación
activa y la colaboración en el preámbulo del proceso de sucesión gubernamental
en Quintana Roo, como en los demás, verbigracia, a los unos que pretenden ser
diputados locales y, a los otros que aspiran ser alcaldes municipales, los que
con vehemencia elevan las oraciones al cielo para que los vea el Señor. Que es
con su dedicación al trabajo encomendado. Por ahora no hay más. Y tienen que
esperar los tiempos. Y no alzar tanto la mano.
El cambio alcanza a algunos titulares a los que les llega el
extrañamiento del prístino líder en el Estado con comunicados directos no tan
afectivos, para detener la escala de estas transformaciones en el conducir de
los políticos del patio adelantándose para estar enfrente de los demás.
El PRI tiene activos clave para no quedarse atrás en los tiempos venideros, y
la organización tricolor podrá también cambiar el futuro previsible de los que
se salgan del corral o que se brinquen las trancas, para seguir tejiendo redes
de colaboración unidos con el talento de otras figuras que se encuentran al
interior del partido tricolor.
Si bien alguno de los excomulgados de buena posición aun no regresa, es
seguro que ante una reflexión futura estará presto a enmendar su mal proceder
al tomar el camino equivocado. Y ahora le dé por regresar a la primigenia
política que lo vio nacer.
Y no pasará nada en la casa del pueblo de la oriflama tricolor, porque
para que pase, se necesita gente que haga lo que se debe hacer, cada cual con
su pedacito de pastel, aunque hay algunos que les tocó de poco y a otros de
mucho.
Pero las salidas adelantadas son distintas. Por un lado, se hallan los
que pusieron su trabajo de por medio cumpliendo con el fin de sobrevivir.
Afuera se trabaja con oportunidad, adentro se calienta o se quema en el mismo
fuego interior. Hay otros que al ver que no tendrán oportunidades volteen a
mirar para otra parte.
En los que se quedan están los que quieren ven pasar como oportunistas,
grupúsculos intentando gozar provechos individuales a partir la unidad
colectiva, Hay otros con el esfuerzo de tantos años que han dado hasta el
último aliento, por lo que hoy poseen cargos relevantes.
Pero el sentir de la ciudadanía, es y será implacable. La verdad siempre
aparece. Llega sin avisar, de sopetón, sin llamarla, a veces semeja a un
espíritu, pues su decisión es indetenible.
Finalmente, el reparto de cargos a los útiles que serán postulados para el
proceso electoral que se avecina, si no hay un cambio en su rumbo, mientras
habrá que masticar y no atragantarse, soportando el cargo. Necesidad obliga.
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