Día de Muertos.
La muerte llegó por cielo al Estado cargando al hombro su filosa guadaña para llevarse al panteón a los que se portaron mal en varios lugares de esta paradisiaca campiña.
Morticia, de apodo La Parca, volteó a ver de soslayo y espetó: ¡Vengo por el pendenciero Julián, primer edil cancunense celoso de tu trabajo, para luego en tu tumba bailar por si se quiere salir volverlo a empujar pa’ abajo!
No quieres ver ni en pintura el RBT con las jornadas del bienestar en lo que aduces es tu patio. Reclamando reiteradamente dices que nadie se puede meter en tu bailío, y al que lo haga le vas a hacer un tremendo lío.
Alcalde perredista te voy a sonreír mortalmente para que quedes inerte y te pueda llevar bien frio al panteón municipal benitojuarense, porque también arremetiste contra el general en jefe de la zona militar de nombre Anastasio.
Además ahora traes pleito casado con el que no canta mal las rancheras, Greg, que también una quebradita voy a bailar con él, para que en su cripta en paz jamás pueda cantar.
Y su epitafio escribiré: “eso les pasó a los dos por su desafío y mal tino al traerse entre ustedes con filo, la tumba es el final de su destino, pues hicieron todo con desatino”.
A los del PRD
A todos me los llevo al osario, dijósle con voz de ultratumba la dama tilica y flaca a los perredistas, ¡porque muy ufanos creen que todas las mesas en el Estado para ustedes están puestas!
Primero a los sempiternos líderes llamados Los Ramos, me los llevo al cenotafio, pues de la bandería aurinegra, se dicen los amos, ¡allá tendrán su elegante mausoleo frio!.
Luego me llevo a la tumba a los alcaldes del ígneo sol negro, Ricalde, Sebastián y al Mingo, para alejarlos de la gente que no han atendido debidamente, pues nomás están pensando en ellos con fines de electorero lucro, lo que al final de cuentas, por eso me los llevo derechito a su sepulcro.
También van rumbo al osario los diputados perredistas que tratan de lucir bien en la altura de la tribuna y hacen de todo un lío, y ya se aprestan a subir otro de los peldaños, olvidándose de su gente, no hicieron nada por ellos, los que ya no llorarán en su sepelio, pues dijoles con voz sepulcral la muerte, ¡ya no sufrirán más por sus engaños!
A los del PAN
Ya ni llorar es bueno, ni elevar oraciones al cielo, ustedes los albiceleste van camino al cementerio, -con voz de ultratumba sentenció la desfigurada huesuda: ¡me los llevo a todos a la tumba!
Porque hicieron maña en la campaña donde perdieron el resplandeciente azul celeste que brillaba en el pasado, por lo que perdió Maribel en Cancún, que quedó sola con sus espectaculares, y porque no apoyaron a una Josefina Diferente, a quien le ganó El Peje y donde Peña quedó como Presidente.
A Sergio Bolio me lo llevo porque se aferraba al hueso azul sin sus copartiquinos del sur que constantemente menospreció, hasta que el final le llegó con Arcila, que fue el bueno, seguido por Chucho panucho. ¡Una pesada lápida le espera para que no pueda salir a hacer otra magra alianza como la pasada! Dijo La Parca malhumorada.
También vengo por Licha que en la tribuna de San Lázaro alzó la voz echándose la tierra encima, contrariando el trabajo de su propio Estado, aduciendo intromisión en el nicho celestial de su hermano Julián, ¡desde ahora estará en el panteón! Sentenció la dama de puro hueso.
A los del PRI
La hora ya les llegó a los del PRI con ironías de La Catrina, cuando dijo la dama huesuda merodeando en el patio de los tricolores, ¡que al panteón van con envió directo los que mucho dicen y cero acciones!
Van a descansar en el panteón todos aquellos participantes del sorteo priista, a quienes dijo la mujer mortal Morticia a toda prisa, ¡me llevo a los impacientes y a los adelantados! y en una fila dejo aparte a un grupo que en silencio aguardaban alineados.
La voz sepulcral resonó en la mente de quienes van a dar un paso al frente, de los alineados su sentencia aun no está firmada, me han pedido que luego de mi visita al Estado entregue cuentas para que no salgan con las patas por delante, le dijo La Parca blandiendo su filosa guadaña a Pedro Flota, el actual tricolor dirigente.
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