El costo, la diferencia entre taxis y combis
Rogelio Rivero
El precio marca la diferencia. Y es bastante. De los cerca de mil 800 taxis de todos los modelos nuevos y pasados y más de 80 combis que trasladan a los usuarios en su movilidad cotidiana, vienen realizando una manifestación económica muy curiosa, mientras en su ir y venir las combis se llenan a reventar, los taxis ofrecen solitarios claxonazos con el bip-bip ofreciendo el servicio a potenciales usuarios por las calles de la ciudad.
Es la era de la democrática combi de tan sólo 4 pesos el costo del pasaje y porque cubren las colonias populares en las rutas más necesitadas de los usuarios cotidianos. Contrario al servicio del taxi el costo oscila entre 20 y 30 pesos y será más caro si el destino es alejado de la tarifa básica de 18 pesos en el tramo más cercano.
Una iniciativa que nació como final de tragicomedia en la época del infame dirigente del Suchaa, Eliezer Argüelles Borges, que con su actuar se ha ido replicando repudio por su malvado proceder entre el gremio de taxistas al tratar de santiguarse con el logro al alza de las tarifas de taxis en Chetumal y, luego, al tirar la toalla aduciendo que se sentía mal de salud, pero esos sí, saliendo loco de contento con su cargamento. Libre, sin que nadie le dijera nada.
La situación tiende a dos objetivos principales, promover más unidades y rutas de combis como medio económico de transporte por toda la ciudad, llamar la atención a los conductores para que sean más cuidadosos con la integridad física de los usuarios, que no suban pasajeros de más que tengan que ir parados, porque son vehículos frágiles y vulnerables en las calles. Más en Chetumal, donde no existen reglas ni cultura vial alguna al respecto.
Probablemente la ausencia de usuarios al servicio de taxis sea el resultado por haber creado el nuevo tarifario en detrimento de los bolsillos, ya que no prestan un servicio que salvaguarde a los usuarios, con ausencia de cortesía hacia la comunidad, a la que se deben.