De bravos y dóciles
Cuando los agitados bravos de la aldea aurinegra y los dóciles de las tribus locales del PRD están a la caza de cuanta acción desplegasen las líneas de las casacas tricolores en el poder, mientras los dirigentes de la aldea nacional, Cuauhtémoc Cárdenas, líder moral y, Carlos Navarrete, líder nacional, se entrompan con la discusión acerca de lo que debiera o sea la ideología de la nueva izquierda.
Ante uno de los secretos mejor guardados, ahora en todo caso ha salido a la luz pública, parte del llamado de un atisbo serio por parte del hijo del general “Tata” Lázaro, sobre las ausencias de ideología de la nueva izquierda y en la actual conducción de la propia unidad perredista.
Cuauhtémoc Cárdenas dijo que el actual método de dirección en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), rodeado de corrientes que se reparten los órganos de dirección de acuerdo a su fuerza numérica, ha deteriorado al partido. Sin rodeos, señala que la dirigencia encabezada por Carlos Navarrete tiene al perredismo en una “parálisis”.
El fundador del sol azteca no duda en su diagnóstico, que el PRD está en la peor crisis que enfrenta en 25 años de vida, porque “ha ido de mal en peor”, con desviaciones y un juego entre las corrientes que anteponen sus intereses personales.
En medio del cisma que vive el partido por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y su reciente carta que demanda la salida de la dirigencia nacional para ir a una profunda reforma, advierte que de no actuar a tiempo irán a la extinción.
Más allá de las incompetencias que muestra el desarticulado sol azteca en materia electoral, resulta pertinente la consideración que el PRD tiene que cargar culpas por la desastrosa medida al postular a su correligionario perredista, José Luis Abarca Velázquez, exalcalde de Iguala, y de su esposa, María de Los Ángeles Pineda Villa, acusados de homicidio y crimen organizado por los hechos del 26 y 27 de septiembre en los que murieron seis personas y desaparecieron 43 normalistas.
El actual dirigente nacional del PRD, Carlos Navarrete, uno de los quienes han destilado públicamente sus conclusiones, se ha centrado en los aspectos que más atizan al fuego con sus argumentos, reviró a los señalamientos del fundador del sol azteca, asegurando que ese partido "está caminando".
"Eso es totalmente inexacto, -las declaraciones de Cárdenas-, el partido está caminando. ya tuvimos una reciente reunión de dirigentes estatales de todo el país, 32 presidentes estatales, secretarios generales, presidentes de consejos, para conocer el plan nacional electoral. El partido está reunido, está caminando", dijo Navarrete.
Más allá del secretismo que todo lo envuelve hoy en nuestro país, más allá de evocar el humo divino que saldría de la hoguera de la aldea perredista, lo cierto es que la unidad en el PRD se ve cada día resquebrajada, más ante la desbandada de bravos hacia los brazos de Morena para seguir fieles al líder del penacho, lanza y peto de jefe, El Peje.
La aldea local aurinegra tiene ante sí un problema que bravos y obedientes conocen al dedillo ante la eventualidad del, otra vez, líder del PRD en Quintana Roo, Emiliano Ramos Hernández y sus agoreros, con las alharacas que ahora fumando la pipa de la paz fluirá la unidad perredista en el Estado, y, así mismo, al enterrar el hacha de guerra dejando el pleito de lado causal de un mal intestinal entre las tribus que constituyen la aldea perredista del patio.
E mail: riveroeulalio@hotmail.com
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