La Bola de Cristal
Lista la maquinaría priista
Rogelio RIVERO
La maquinaria tricolor de Quintana Roo está lista con sus precandidaturas naturales, y con todas las fuerzas vivas repartidas en la geografía estatal que trabajarán con base en objetivos de triunfo y, sobre todo, con la unidad de todos sus sectores y, además, con todos los que rodean con la aureola del triunfo al tricolor.
La maquinaria priista local funcionará con un nuevo presidente al timón, Pedro Flota Alcocer, para canalizar todo el esfuerzo del partido junto con el tilde nacional, Pedro Joaquín Coldwell, en promocionar los intereses de la bandería tricolor hacia los electores con la figura de su precandidato único presidencial, Enrique Peña Nieto, como su fin principal, además para ganar las curules que representarán a Quintana Roo en la renovación del Poder Legislativo Federal -El Senado y San Lázaro-.
Son los ejércitos tricolores entrenados para ganar batallas en los centros de votación y, para ello, tienen primero que conquistar a consciencia la voluntad del elector. También tienen la ventaja que cuentan con candidatos ganadores que han ocupando cargos relevantes, verbigracia el ex gobernador, Félix González Canto, ahora en su condición de precandidato al Senado por el Estado.
Además, con los virtuales ungidos emanados de alfaguara tricolor que van por los tres boletos para abordar el tren a San Lázaro, al confirmarse las predicciones que en apostillas de prensa, corrillos políticos, Internet, entre cafetólogos y radio bemba, repicaban incesantes como ciertos, Laura Fernández Piña en el Distrito 03, Raymundo King de la Rosa por el Distrito 02 y, en el 01, estará postulado Román Quian Alcocer.
Y la unidad es esa la única razón que los asiste para embarcarse en esta extraordinaria misión electoral, -en ciernes-, la de ganarse la conciencia y la voluntad de los electores, con argumentos, verdades y sin promesas inviables, ninguno de los candidatos apoyados por la maquinaria priista es improvisado. Fue la premisa.
El acto comicial constitucional, -enmarcado en el proceso electoral 2012-, es tan interesante que no puede estar ceñido a promotores antagónicos dispuestos a derrotar con guerra sucia al que se vislumbra como partido triunfador en la arena del coliseo electoral, porque lo que se juega el 1 de julio próximo –es la Presidencia de la República-, y es cuán importante, porque lo que se trata es de decidir sobre el futuro del país.
Y el PRI se embarca en esa particular odisea, de llevar al país por buen rumbo, lejos de los precipicios que lo rodean, impulsado y sin otro compromiso más que el destino de México como nación, sin otro premio que brindarle a las futuras generaciones, -que es mantenerles un país para vivir en paz y con progreso-.
Llegó la hora de embarcarse en la maquinaria tricolor sin miedo en este viraje de atención electoral presidencial, donde ahora se debe enfrentar a los conmilitones que traen los vociferantes candidatos opositores, -cada uno más vacío que el otro-, más lo que personifica la ahora fémina ungida del PAN. Así como la cabeza parlante que ya tuvo oportunidad en su momento, ahora convertido en amoroso al frente del PRD como tilde de las izquierdas mexicanas.
La tierra quintanarroense ha sido generosa en aceptar por mucho tiempo a políticos que vienen con sus -tribus- y hacen campamentos con fieros renegados, trayendo sus usos, tradiciones, otras maneras de ser, y de conducirse -con su mal comportamiento-, para imponérselos a este grandioso Estado. Y así todavía están libremente jugando.
Y será la nueva hora, y era, de mostrar que la mejor opción en Quintana Roo es el PRI para ocupar las sedes camarales del Poder Legislativo Federal y, principalmente, la casa Presidencial de Los Pinos, con un postulado joven y valiente, con una visión global e incluyente hacia una ciudadanía sensible a los problemas que se han acumulado sobre este país, -otrora rico-, ahora cada día más pobre. Punto
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