lunes, 17 de septiembre de 2012

La Bola de Cristal, "Nuestro Grito", 16 de Septiembre del 2012

La Bola de Cristal
Nuestro Grito
Rogelio RIVERO

El Grito de los quintanarroenses comandado por el gobernador del Estado, Roberto Borge Angulo, desde el balcón de honor de Palacio de Gobierno en la ciudad de Chetumal, capital política de la entidad, enarbolando la Bandera Nacional y evocando a los héroes de la nación, en una tradición patriótica, con el repicar de la campana y el grito unísono de miles de ciudadanos reunidos para celebrar en Quintana Roo el CCII Aniversario de la Independencia de México.

Un Grito lleno de emoción, es como ver la escenificación de la historia de México con sus personajes que nos dieron patria y libertad. La historia los enaltece como paladines ante el yugo del reinado que al fin cayó y, es de recordarles, con la resonancia de los gritos de los mexicanos con la solemnidad marcial de la Bandera Tricolor, de la música y letra de las egregias estrofas del Himno Nacional.

Durante la noche del Grito en todo Estado, el patriotismo interno se exaltó al máximo, evocando a los héroes que nos dieron patria, encabezados por el cura don Miguel Hidalgo y Costilla e Ignacio Allende, recordando los Sentimientos de la Nación proclamados por el prócer, don José María Morelos y Pavón, y es entonces ahora cuando la conciencia se convierte en fiesta patria colectiva, porque se envuelve en un fenómeno de contexto nacional con el deber de rendirles honor a nuestros héroes.

Y también la noche del Grito, los ciudadanos quintanarroenses estuvieron frente a diversos escenarios que se colocaron en las principales plazas de las ciudades más importantes de las regiones municipales gritando, junto al resto del Estado y del país, el emotivo Grito de Independencia: ¡Viva México!

Y fue un Grito con gran entusiasmo y con el esfuerzo del trabajo tesonero de los quintanarroenses que ven que un nuevo horizonte se presenta a medida que avanza el progreso de Quintana Roo en el recorrido andado, con nueva luz en el camino, pero esta vez con la alegría de la gran fiesta mexicana.

Y es el momento de llenar el espíritu quintanarroense con bríos renovados y sentimientos de fraternidad, es el momento de tomar ejemplo del histórico pasado, es el momento de caminar en unidad porque en ella se encuentra la recompensa que se persevera.

Tenemos por delante a un líder. Un hombre joven con el ímpetu de un gobernante impulsado por la fuerza del trabajo que arrecia y que logra generar una confiablidad social al crear un efecto multiplicador que permite lograr un bien colectivo e impulsando una mayor productividad. Ofrece siempre una vocación de servicio que marca la diferencia, y sin duda alguna será forjador de una mejor vida para los quintanarroenses.

El servicio dignifica  y transforma cuando se ofrece pensando en y por la gente, sin duda alguna se está construyendo, porque el servir crea una cadena indestructible que día a día hace aflorar la mayor de la generosidades y la más firme de las labores: servir para transferir prosperidad, para crear conciencia de unidad política que active la participación ciudadana.
Mientras que los opositores se extienden más en sus disparatados exabruptos. Parecieran entes apátridas. Punto


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