viernes, 1 de febrero de 2013

La Bola de Cristal, "Urgen a partidos a mesa de diálogo", 23 de enero del 2013


La Bola de Cristal
Urgen a partidos a mesa de diálogo
Rogelio RIVERO

Si el discurso político no adquiere representación en la realidad como hecho puntual, contundente y deslumbrante, éste terminará extraviándose en lo escurridizo de las palabras vanas.

El presente es el espacio y tiempo de representación política por ser correspondiente a la nueva era en la que se transita en Quintana Roo. Entonces, la táctica y la estrategia del verdadero líder político del Estado abona ese camino con creatividad, con las veces que hace lo que hace y las veces que dice lo que dice.

El gobernador Roberto Borge Angulo formuló una invitación por conducto de la Secretaría de Gobierno para que todos los partidos políticos, incluyendo al Revolucionario Institucional, participen en una mesa de diálogo a fin de garantizar que la civilidad política impere en el Estado.

No puede dilatar excesivamente el tiempo del accionar entre el desacierto y la banalización, porque se corre el riesgo de desgastar una causa común. El gobernador quintanarroense reiteró que el diálogo y la armonía deben ser formas de convivencia democrática. Y manifestó: “que el debate sólo es fructífero cuando, a pesar de la diferencia de opiniones, se tiene disposición para dialogar y encontrar lo que nos une, lo que nos fortalece como sociedad”.

El dialogo es una de las maneras de la convivencia política, aun con diferencias en ideologías y pensamientos, pero también con aquellas democracias que derivan hacia un mismo destino.

En la constitución de una entidad democrática, cuando es respetada por unos y otros, garantiza la convivencia y sobrevivencia de los adversarios políticos que confrontan sus intereses en diferentes escenarios.

El jefe del Ejecutivo del Estado, asimismo, dijo que su gobierno reconoce y respeta a quienes optan por caminos diferentes en la búsqueda de un mejor Estado, más democrático y en armonía, siempre que se promueva la unidad de los quintanarroenses.

Bien para aquellos que estarán dentro del conclave político de diálogo, así como mal para  los que estén fuera de éste. Nadie debe proponerse destruir al otro para derrotarlo anticipadamente. Es en la naturaleza de la lucha electoral la única manera de obviar esta pauta, que la civilidad y diálogo habrían de conllevar la convivencia electoral con respeto.

El esfuerzo de la oposición por la conquista de su objetivo electoral la ha consumido en  una sola táctica y estrategia antagónica, en la que parece saca a relucir su lucha siempre en un estatus faccioso. Eso ha hecho que  su  combatividad y resistencia hayan sido insuficientes ante la avalancha tricolor. 

Por ejemplo, la oposición no ha sabido traslucir su representación real en los hechos y el poder en los espacios conquistados, verbigracia, los niveles de frustración que cunde por varios puntos del territorio quintanarroense.

Quizá  esto ocurre en  la clase política que lidera a la oposición desde el norte del Estado por estar atada aún a la vieja usanza pendenciera, de querer así sobresalir en la arena electoral del estadio local, lo cual le impide avanzar con la postura que asume al ser un adversario que trata con irrespeto la gobernabilidad democrática.

Ganar en lo electoral no es suficiente, hay que prepararse para atender las demandas sociales que vendrán para enfrentar la nueva circunstancia y se fortalezca la capacidad de pensar y trazar estrategias y tácticas para la atención de los pueblos. Sin embargo hay dispersión y falta de voluntad por parte de los decidores actuales de la oposición.

No hay comentarios:

Publicar un comentario