miércoles, 11 de julio de 2012

La Bola de Cristal, "Al final de las cuentas", 11 de Julio del 2012


La Bola de Cristal
Al final de las cuentas
Rogelio RIVERO

El triunfo presidencial que se ha venido construyendo vía decisión democrática en la urnas y el conteo final del proceso electoral 2012 del IFE, lo que marcó ya la virtual victoria para ocupar Los Pinos del candidato priista, Enrique Peña Nieto, con un caudal de más de 19 millones de votos.

El ala de la izquierda obtuvo 15 millones de sufragios el candidato Andrés Manuel López Obrador, a lo que en converso a la derrota, con un armadijo unido a una campaña de resistencia, acucioso de cantar fraude electoral en una manera de curarse en salud por la derrota –se nota-, como ya se ha repetido intermitentemente, con lo que evoca al pensamiento de sus seguidores a un nuevo movimiento de las izquierdas.

Ante el hecho hipotético de que el líder de Morena, que ya ha empezado a gestar un fraude y de que es muy probable que trate de desconocer una victoria de las fuerzas democráticas, en mayoría, habría que generar estrategias para proteger el proceso comicial. Más allá del seguimiento que se ha venido haciendo y de las previsiones que se han de tomar para que haya certidumbre en el derrotero de prosperidad que requiere el país con el virtual Presidente Peña Nieto.

El Instituto Federal Electoral (IFE) concluyó los cómputos distritales, con lo que confirmó el triunfo del candidato presidencial de la coalición Compromiso por México, Enrique Peña Nieto y que el PRI será la primera fuerza en la Cámara de Diputados y en el Senado durante la 62 Legislatura.

La separación de poderes es el sistema de contrapesos indispensable para garantizar la democracia. Las legislaturas han pasado a jugar un rol fundamental en las iniciativas de las reformas, protección y seguimiento de acciones conjuntas para el bienestar político, económico, social y cultural de los mexicanos.

En los Estados Unidos Mexicanos en que el de Quintana Roo forma parte, se ha constituido con medios eficientes para favorecer la transparencia y la rendición de cuentas de los diferentes órganos gubernamentales del Estado.

Es indispensable intensificar las relaciones con las municipalidades que no son del color con que se miran, -ellos mismos-, si no con uno sólo, el de Quintana Roo, y el caminar unidos hacia el progreso, sumándose a la bandera de la entidad, y no sólo al ojo post-electoral crítico, en lo que se han especializado en el tema los bandos opositores.

En la historia reciente de los comicios en la entidad para Presidente y el Legislativo federal al Senado y a San Lázaro, al final de las cuentas electorales en Quintana Roo, los votos para Peña Nieto se aúnan al caudal de más de 19 millones que dieron el triunfo al candidato presidencial del partido tricolor. Y no es como otros que muy ufanos miran como derrota del candidato presidencial del PRI en el Estado.

Las mismas campañas en el Estado para el Senado y la Cámara de Diputados, en una fuerza conjunta y efectiva para mantener a los postulados de la coalición PRI-Verde, en el camino del triunfo, Félix González Canto y Jorge Emilio González, en la fórmula por Quintana Roo al Senado. Asimismo, Román Quian Alcocer y Raymundo King de la Rosa gestaron el triunfo del PRI en los distritos 1 y 2 como diputados para ocupar las curules en el recinto legislativo de San Lázaro. Aunque el tercer distrito en el norte del Estado ganó el contertulio de las izquierdas la diputación federal, gracias al efecto Peje, por lo que se congració a la contendora perredista, Graciela Saldaña.

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