lunes, 2 de julio de 2012

La Bola de Cristal, "Ganó México", 02 de Julio del 2012


La Bola de Cristal
Ganó México
Rogelio RIVERO

Desde la mañana del domingo de la votación inició formalmente hasta el final de la contienda electoral 2012, según normas del Instituto Federal Electoral, las casillas se llenaron de caravanas de ciudadanos, pero sobre todo, de gente apoyando a una u otra opción con espíritu democrático y alma plural. Igualmente, medios tradicionales y redes sociales, los primeros describieron la jornada electoral y, las segundas, fueron escenario de batalla por querer ver que el de su preferencia fuera el ganador.

Es difícil atentar contra un mandato democrático con el corazón del electorado mexicano, donde se ha metido muy profundo el espíritu de la ética cívico-ciudadano, contra la cual es casi imposible argumentar de falaz y ni pensar conque erradicarla, que sería lo aborrecible.

En un enfoque que se resume en la creencia democrática según en la cual basta con tener valores sólidos para resolver cualquier problema con la mayoría. Y que ese es precisamente el núcleo del mandato ciudadano, que no se confronta con ningún problema cuando ante un presunto proceso político los valores indican claramente lo que se debe hacer. Esto es que se espera, no se entrará en ningún conflicto, en este caso, después de la jornada comicial.

Con ello se pronostica un escenario muy alentador para el candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Peña Nieto. Las limitaciones impuestas por el IFE serán para la oposición llamada izquierda progresista, que bajo la tolda antagónica se continuará amenazando e induciendo con salidas abruptas bajo la voz de sus tildes, -como lo hizo Jesús Zambrano- haciendo caso omiso al compás del silencio que ordena la ley electoral, presumiendo que casi todo fue para ellos. En un intento de albazo. Fallido.

Y se agrega que en el caso concreto de la virtual victoria presidencial priista para ocupar la Presidencia, -lo que desde antes se pronosticaba-, será un uso más extensivo entregarse totalmente para dar los resultados a sus propuestas y misiones firmadas ante notarios, lo que siempre fue una constante de Peña Nieto en todo el recorrido nacional en su campaña presidencial.

En el caso del virtual Presidente, la victoria hasta ahora está bien clara, -mientras más se aclara los momios que arroja el Programa de Resultados Electorales, PREP-, con su vitalidad, su fuerza generacional y de futuro para seguir construyendo la prosperidad del país. Y, sobre todo para los mexicanos todos. Ganó México.

Lo primero que destaca en la marcha triunfal como un hecho que en perspectiva de comunicación del PREP que ya marcó la diferencia con Enrique Peña Nieto adelante, y es quien arribará el próximo 1 de diciembre a Palacio Nacional, en donde se reflejará en su palabra a juro y acción como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.

Y se debe a quien realmente toma las decisiones en nuestro país con el soberano sufragio: El pueblo mandante, a quien asume la postura democrática por excelencia para las grandes decisiones tomando en cuenta que es el poder popular, con el supremo voto, quien manda. De allí que existan mecanismos constitucionales como las elecciones electorales vividas en los momentos cruciales de la transición presidencial mexicana, para que la mayoría decida hacia dónde se debe ir para determinar el curso de la historia.

Así, si en México la decisión ciudadana fue estrictamente democrática, -la mayoría del pueblo en consecución-, y según su visión, formación, creencias, emociones y mecanismos de participación electoral, hace gobernable un país en la oportunidad de cambio. Donde los ciudadanos deciden a quien delegan el poder, porque es quien tiene el mandato supremo y transfiere la tarea de gobernar a los mexicanos.

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