La Bola de Cristal
En el arrancadero
Rogelio RIVERO
Los jinetes con los colores y logos emblemáticos de sus cuadras están listos, los entrenadores afinan sus estrategias, con los caballos tresañeros que correrán en una pista de media milla, que tiemblan de brío, son ejemplares “punteros”, “colas” y “loderos”, a los que tascan el freno para tomar su cubil en el arrancadero en espera del disparo de arranque para lanzarse con todo al óvalo de la pista con sus “rectas” y “curvas”.
Luego del toque del clarín que da inicio al paseo de muestreo de los corredores saliendo de las caballerizas, los jinetes tienen que mostrarse erguidos en su monta, endureciendo la mano que sostiene el fuete, afinando la estrategia y obedientes a lo que se le manda para decidir lo que los caballos puedan hacer durante la carrera –de todo- para tratar de llegar a la meta en primer lugar.
En espera que el disparo marque el arranque y la tribuna ansiosa por ver cómo deben comportarse los caballos y sus jockeys en la carrera intermedia, valorando para apostarle a los que en los momios se ven como favoritos y, para desechar a los que no llegarán, así sea en combinación de colores, -a menos que se haga la “chica” de la tarde-, porque llegó el tiempo de la terminación de las carreras parejeras internas y ahora se abran las portezuelas del arrancadero que libera a los cerreros mal herrados.
Por lo pronto, es importante que los jinetes de las cuadras acostumbren a los caballos a tomar tranquilidad en el arrancadero, a que no golpeteen “a caballazos” para hacer a un lado al contrario en cuanto suene el disparo de arranque y cometan fauls durante la carrera aprovechando las “curvas” donde no se distingan las faltas cometidas en la justa hípica.
El mayor problema en el arrancadero lo tienen los ejemplares de las cuadras opositoras al equipo tricolor desde el inicio de la carrera, ya que están acostumbrados a galopar sin freno, y sin rienda, sin reglas fijas y sin limitación alguna, simplemente, a como se vaya dando la carrera y, en esas condiciones, llegarán de “cola” a la línea de los espejos.
El público y los apostadores se han vuelto más exigentes y quieren ver caballos que no sólo corran, sino que se comporten y compitan con gallardía y honor. Los jueces no tolerarán esta vez que se invadan carriles y utilicen argucias y triquiñuelas para tratar de llegar a la meta antes que los demás.
Con caballos de amarillos crines y resecos de belfos, los cascos cuarteados de los jinetes casacas azules y maltratados los menudillos, es evidente que con ello no se les vea con la condición para ganar la carrera y, se ve difícil, que en 45 días sean remontados con nuevos jinetes para que esos caballos lleguen en los mejores lugares.
Buena estampa y buen entrenamiento han sido claves para que la cuadra ganadora se vea bien en las exhibiciones que han dado en hipódromos regionales, y no sólo para los eventos locales, pero que evidentemente también se observa tienen más público a su favor, por lo cual se vislumbra, la cuadra tricolor será la mejor opción de triunfo en la meta.
Eso ha permitido al equipo tricolor su asistencia con la unidad bien posesionada a esta carrera que bien hace honor a su nombre en su nuevo desempeño en la pista para conseguir la victoria contra el cuadro evasivo que escaló posiciones en la carrera local pasada, por lo cual se ha comenzado a asediar a los que llevan la delantera.
Parecía que veríamos una buena carrera entre los tres principales equipos participantes que habían disputado toda la prueba desde el comienzo, pero a partir del arranque, en las cuadras opositoras pareciera seguir el rumbo amarrados en un urdirme bicolor, que muestra a dos cuadras con distintos caballos, sin distintivos. Sabiendo que tenían otros potros y jockers ganadores, pero no había nada más qué demostrar que la forma dominante aplicada en anteriores competencias.
Y entonces la cuadra tricolor estará de regreso ocupando el primer lugar en el cuadro de ganadores, luego de su segundo sitio en 5 carreras regionales, donde ahora buscan dar un paso adelante después del error de julio del pasado 2010. Y en verdad ningún tricolor estará en esta carrera sin las debidas credenciales.
De hecho en la cuadra tricolor hubo un arduo selectivo para colocar a los diez corredores más competidores, además del exigente proceso de inscripciones y nominaciones para ir unidos en la duración de toda la carrera. Y así están listos en el arrancadero de la pista hípica para correr a todo galope en esa importante justa en el hipódromo local el próximo domingo 7 de julio.
E mail: riveroeulalio@hotmail.com
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