La Bola de Cristal
Cruzada contra el Hambre en Quintana Roo
Rogelio RIVERO
Lamentablemente, cuando hay mucho que hacer, no es poco común que releguemos cuestiones importantes, inclusive prioritarias, y que estas sean las que más se perjudiquen. Se trata de las cosas que se considera pudieran descuidarse temporalmente para ocuparse de otras más urgentes. Pareciera algo extraño de la naturaleza humana que con frecuencia lo urgente desplace a lo que es verdaderamente prioritario e importante.
El hambre es un decir común en nuestros días. La complejidad de la vida actual, el trabajo, las obligaciones, son factores que hacen vida en el Estado y su entorno social, que en los casos que ocupa este epígrafe, sea en la atención de lo marginal.
Y ya se dio el primer paso de inicio para actuar con base en la reacción del Gobierno federal y, en lo que toca en su corresponsabilidad al gobierno del Estado, ante las familias en entidades de marginalidad, entre las cuales, por supuesto, se contemplan dos municipios de Quintana Roo, Othón P. Blanco y Benito Juárez, dentro de los primeros que se van a atender porque son los urgentes en los afanes, las obligaciones y las preocupaciones de la vida cotidiana que a menudo conllevan a enfocar asuntos de atención de la marginalidad de más de 20 mil familias en Quintana Roo.
Respecto al paso por cumplir la cruzada contra el hambre, como una de las prioridades del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, con toda una serie de compromisos de prioridad que debería ser en nuestro tiempo con nuestros seres inmersos en la marginalidad, es decir, las personas más cercanas a nosotros en el entorno de la entidad quintanarroense y, con la honorabilidad en alto de llevar el gentilicio, sea de primigenia o sea adoptado, son ellas las personas y sus familias que necesitan solidaridad, cuidados en la salud, vivienda y atención alimentaria.
Es imprescindible aprender a administrar el tiempo para poder poner en la agenda primero lo más importante, además será una de las conquistas más satisfactorias el poder apoyar a nuestros semejantes, para lo cual se va a necesitar mucha disciplina, responsabilidad, perseverancia y un gran sentido del compromiso.
Y ya se dio el primer paso de inicio para actuar con base en la reacción del Gobierno federal y, en lo que toca en su corresponsabilidad al gobierno del Estado, ante las familias en entidades de marginalidad, entre las cuales, por supuesto, se contemplan dos municipios de Quintana Roo, Othón P. Blanco y Benito Juárez, dentro de los primeros que se van a atender porque son los urgentes en los afanes, las obligaciones y las preocupaciones de la vida cotidiana que a menudo conllevan a enfocar asuntos de atención de la marginalidad de más de 20 mil familias en Quintana Roo.
Respecto al paso por cumplir la cruzada contra el hambre, como una de las prioridades del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, con toda una serie de compromisos de prioridad que debería ser en nuestro tiempo con nuestros seres inmersos en la marginalidad, es decir, las personas más cercanas a nosotros en el entorno de la entidad quintanarroense y, con la honorabilidad en alto de llevar el gentilicio, sea de primigenia o sea adoptado, son ellas las personas y sus familias que necesitan solidaridad, cuidados en la salud, vivienda y atención alimentaria.
Es imprescindible aprender a administrar el tiempo para poder poner en la agenda primero lo más importante, además será una de las conquistas más satisfactorias el poder apoyar a nuestros semejantes, para lo cual se va a necesitar mucha disciplina, responsabilidad, perseverancia y un gran sentido del compromiso.