La Bola de Cristal
Alza a huevo
Rogelio RIVERO
El caso de la problemática por el alza indiscriminada del precio al huevo en México, sin dudas, insensato, es el irónico resultado visceral de los especuladores –que en otrora tiempo, en Fuenteovejuna, se les tildó como “hambreadores”, por el oportunismo mediático y una muy dantesca situación dañina que, consecutivamente laceran la alimentación de la base piramidal, de entre los más necesitados.
La justicia divina de los mexicanos hace reclamar a los “hambreadores” acaparadores del huevo con denuncias que, como no se ha autorizado su incremento al precio, se refugian en la especulación con la embajada que aducen como pretexto causal la Gripa Aviar detectada en el estado de Jalisco.
Hasta la fecha, el incremento al huevo se ha canalizado con la filtración de información en una sola vía a nivel nacional para, con ese pretexto, incrementar el precio del huevo. Aunque el Presidente Calderón ha mencionado que solo es de pasada. Se regularizará –dijo- hasta el mes de diciembre próximo.
Hasta la fecha, el incremento al huevo se ha canalizado con la filtración de información en una sola vía a nivel nacional para, con ese pretexto, incrementar el precio del huevo. Aunque el Presidente Calderón ha mencionado que solo es de pasada. Se regularizará –dijo- hasta el mes de diciembre próximo.
-No toleraremos especulación ni acaparamiento en el huevo, dijo el presidente Felipe Calderón, quien advirtió que se castigará con todo el peso de la ley a quienes lucren con las necesidades de los mexicanos.
A pesar de que el gobierno mexicano asegura estar contra el indiscriminado nuevo precio del huevo elevándose a más 40 pesos el kilo, -osados comerciantes no hacen caso-, urgiendo quitar los aranceles a las importaciones del producto, por lo que el presidente del país ha otorgado la dispensa libre a la importación del huevo extranjero para evitar el riesgo de la especulación.
La información es la mejor defensa porque, para este caso, de mucho sirve el ejército poderoso en las redes sociales, en donde se alzan críticas avisos por los que se pueden conocer los lugares donde el precio es más alto y así anticipar los movimientos de los que viven de explotar a los ciudadanos.
La información es la mejor defensa porque, para este caso, de mucho sirve el ejército poderoso en las redes sociales, en donde se alzan críticas avisos por los que se pueden conocer los lugares donde el precio es más alto y así anticipar los movimientos de los que viven de explotar a los ciudadanos.
No resistirían un día si se puede conocer y anticipar, por ejemplo, los movimientos de los especuladores, de sus corruptos y tiránicos instintos ávidos de enriquecimiento a costa del pueblo vía al alza del huevo.
Así es como, se debe estar defendiéndose el pueblo, entre otros, contra quienes quieran presentarse como enemigos que más tarde o más temprano significarán un apoyo fundamental para lograr la caída del elevado precio del huevo en el mercado en bien de la comunidad más vulnerable.
Lo magistral en la lucha es lo que representa su valentía frente al diario existir, en su combate interior, exterior y a veces silencioso al no comprar huevo, contra los entes dantescos que pretenden atrapar lo que queda de su magra economía conseguida partiéndose el alma para ganar unos cuantos pesos y, que algunos vividores, con la mano en la cintura, se los quiten, más aún cuando el caos es azuzado por circunstancias que hacen del diario vivir una vaga esperanza entre el mundo del materialismo y lo del vago espíritu solidario y fraternal.
No obstante para el pueblo, la contienda constante en contra de los precios establecidos al arbitrio de acaparadores y especuladores como mecanismo para hacer dinero fácil entre los ávidos y hábiles comerciantes, los consumidores, en defensa a su bolsillo cada vez más horadado por la cruel batalla que libra con deudas y angustias, apagándoseles el espíritu que busca con afán su elevación de vida con prosperidad, que se ve cada día anclada al mundo cruel en lo terrenal, luce desesperanzador, de allí, es el verse anclados en sus propias probabilidades para vislumbrar un diferente destino que les depare una mejor vida.
No obstante para el pueblo, la contienda constante en contra de los precios establecidos al arbitrio de acaparadores y especuladores como mecanismo para hacer dinero fácil entre los ávidos y hábiles comerciantes, los consumidores, en defensa a su bolsillo cada vez más horadado por la cruel batalla que libra con deudas y angustias, apagándoseles el espíritu que busca con afán su elevación de vida con prosperidad, que se ve cada día anclada al mundo cruel en lo terrenal, luce desesperanzador, de allí, es el verse anclados en sus propias probabilidades para vislumbrar un diferente destino que les depare una mejor vida.
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