La Bola de Cristal
Ofensiva idea perredista
Rogelio RIVERO
El próximo primer informe del gobernador del Estado, Roberto Borge Angulo, es un proceso de lo más importante en la historia de Quintana Roo. No está en juego un simple cambio de estilo derivado de una personalidad o de las características particulares de un individuo. No. Ya Borge Angulo tiene más de un año mostrando hacia dónde lleva el Estado. Es es una decisión constitucional, con un equipo renovado, fresco, profesional y mejor formado.
Esta disposición guarda el mandato constitucional para la obligatoriedad del Jefe del Ejecutivo del Estado de informar en la glosa de cada año próximo pasado en su contenido, inspirado, entre otros, en los principios de transparencia y honestidad, guía para los depositarios de la confianza colectiva, por lo cual, el Gobernador está al servicio del Estado y no de parcialidad partidista alguna.
Pero bajo la tolda opositora, en un acto protagónico, el dirigente local del PRD, Emiliano Ramos Hernández, anunció que su partido va a aplicar revisiones al Primer Informe de Gobierno. Por lo que, -se aduce y se deduce-, que sólo es con el fin de crear efectos colaterales populistas y hacia un nivel de efecto desestabilizador con sus muy peculiares formas de concebir la política del país para salir como actores principales en los medios.
Esa será la próxima historia puesta en escena en el escenario político local conjuntamente con la del Peje AMLove en el DF, ya conocida hasta el hartazgo y, en esta, está detrás el perredismo quintanarroense con la intervención directa en el teje y maneje de los tildes nacionales del PRD con el fin de alentar la suspicacia y desvirtuar las actuaciones del Gobernador y su gente en el seguimiento de su plan sexenal de gobierno, de lo ocurrido en un año, y lo que viene.
Para los fines de llevar a cabo una compleja labor de interpretación de la forma ofensiva aludida. Llana y simplemente, lo que impone la ley es que ningún líder de algún partido político puede utilizar su cargo para favorecer o perjudicar alguna opción de información al pueblo. O querer representar el escrutinio del pueblo. O hasta querer ser fiscal defensor del pueblo.
Para los fines de llevar a cabo una compleja labor de interpretación de la forma ofensiva aludida. Llana y simplemente, lo que impone la ley es que ningún líder de algún partido político puede utilizar su cargo para favorecer o perjudicar alguna opción de información al pueblo. O querer representar el escrutinio del pueblo. O hasta querer ser fiscal defensor del pueblo.
Siendo esto así, cómo se explica que en una simple figura partidista se coloque la propaganda de una interpelación que imponga la obligación al pueblo de asistir a una marcha o a una manifestación partidista opositora o, se comprometa con abiertas actividades de un grupo político opositor para fines ajenos a los intereses públicos.
Por supuesto, lo expresado por el tilde de la dinastía de los R’amos del PRD, pareciera que corresponde al mundo de la fantasía, a tal punto que no se sanciona a quien difunde estas disposiciones y nada se hace para hacer cumplir la ley, ni con un valor simplemente simbólico.
En las laderas tormentosas de la izquierda, se han iniciado varias acciones opositoras de resistencia, sempiterna, como la del Peje en el DF. Pero no siempre tienen un final feliz. Tras ellas, se escribirán otras con fines de detentar el poder o desestabilizar al de enfrente o entre ellos mismos, como se sabe ocurrió en el pasado. Pero eso dicen que quieren el poder para hacer el bien. -O más bien cualquier cosa que lo aparente-.
En el camino azaroso de la política en el estadio local, los vericuetos antagónicos se han vertido con múltiples sofisticaciones. Los grandes males devienen de algunos partidos e ideologías distintas, -aquellas que no han tenido arraigo en el Estado-, que han ido complicando a la sociedad quintanarroense, por lo que los partidarios opositores quieren ocultan sus desaciertos acudiendo a los tribunales. Habría que verlos en el revoloteo que se traen al interior de su bandería.
Pero la exasperación hecha exabrupto es útil para quienes aspiran el poder por el poder, individuos que representan a corporaciones políticas opositoras, que se mueven salerosamente con el continuo uso de la información para desestabilizar al pueblo con la intención de aumentar su caudal crematístico. Capital político. Dinero. Nada más.
En el camino azaroso de la política en el estadio local, los vericuetos antagónicos se han vertido con múltiples sofisticaciones. Los grandes males devienen de algunos partidos e ideologías distintas, -aquellas que no han tenido arraigo en el Estado-, que han ido complicando a la sociedad quintanarroense, por lo que los partidarios opositores quieren ocultan sus desaciertos acudiendo a los tribunales. Habría que verlos en el revoloteo que se traen al interior de su bandería.
Pero la exasperación hecha exabrupto es útil para quienes aspiran el poder por el poder, individuos que representan a corporaciones políticas opositoras, que se mueven salerosamente con el continuo uso de la información para desestabilizar al pueblo con la intención de aumentar su caudal crematístico. Capital político. Dinero. Nada más.
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