martes, 15 de mayo de 2012

La Bola de Cristal, "Candela política", 14 de Mayo del 2012

La Bola de Cristal
Candela política
Rogelio RIVERO

La candela política tiene varias aristas de interpretación, la de largas lenguas de fuego avivadas por agoreros opositores al adelantado contendor tricolor, el que lleva un encomiable ritmo y, por otro lado, la de fuego amigo que arde intensamente al interior de sus banderías. Y la candela que alza grandes humaredas que sofocan.

Así plena candela política andan inmersos en las campañas por las elecciones que se avecinan, esperadas y desesperadas los contendientes y sus equipos asistenciales en cada esquina del cuadrilátero político, los candidatos presidenciales están en el ir y venir recorriendo el país organizados por sus couches estratégicos.

El PRD anunció la conformación de las fórmulas de Quintana Roo al Senado, luego de atizar la candela que más avivó el fuego con renegados de varias de sus tribus que bajaron del caballo al candidato, Joaquín González Castro, ya asignado por el otro, Gregorio Sánchez Martínez, que antes había renunciado, lanzando varias impugnaciones ante el Trife y así completaron las misiones antagónicas con fuego amigo. Que aun sigue latente, vivo.

El reciente reacomodo de las fórmulas del PRD en el Estado al Senado no respondería a las expectativas de campaña para la contienda electoral venidera. En términos comunicacionales y simbólicos no se podrá transmitir lo que se está recuperando para calmar incertidumbres o que quedó extinguido el fuego causado por los apóstatas perredistas incendiarios.

Arriesgaron al interior del ala izquierda demasiado al comienzo con una campaña desgastante a mitad del camino. Y no usaron estrategia alguna para evitar que el equipo contendor del otro lado de la cancha crezca. Y con ello no alimentan con pases inteligentes al ariete presidencial, AMLO, lo que a la postre tendrá sus costos políticos.

Mientras el equipo tricolor avanza a buen ritmo de juego, la escuadra opositora sólo puede ofrecer candidatos abstractos y promesas vanas. Dado su estado calamitoso, es más seguro mantener el ritmo que el desgaste físico con campañas desarticuladoras que avivan más el fuego amigo. Si esa guerra intestina se prolonga, los pronósticos no son buenos.

Lo que queda claro es que el PRI se fortalece para posicionarse con la victoria frente a un contrincante incapaz de distribuir presencia con candidatos de peso en la banca –y no de paso- que aminora más la condición física de estos, con los que juega para perder.

El PRI ha logrado un avance importante durante los últimos meses. Las giras nacionales y el primer debate televisado han enfocado la atención de los medios y la población. Esta vez, las propuestas y planes del candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, no sólo tienen mayor exposición de estadista, sino que además, le permite presentarse al país como alternativa concreta.

El reto para la maquinaria tricolor no es sólo articularse alrededor del candidato presidencial, sino saber comunicar cada evento de las campañas como una victoria en sí misma, verbigracia, asaz, lo viene realizando en Quintana Roo en su campaña, el candidato del PRI al Senado, Félix González Canto.

De ser exitosa la estrategia escogida, el efecto que generará camino rumbo al triunfo electoral, producida con un alto nivel de apoyo al candidato mayor del tricolor y con la suma de los demás candidatos, de todas las regiones, será de marcha a la victoria.

Y eso no está pasando en el extremo azul, el fuego amigo apareció desde temprano a los extremos y al interior de la bandería panista, cuando en su elección interna dentro de la candela de largas lenguas azules, salió triunfante con la candidatura presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, quien por su lado, entiende el tamaño de su contrincante, que en las encuestas va adelante, y la maquinaria tricolor electoral con la que cuenta.

No cesan de atacar al candidato único de la unidad priista. Definiendo las estrategias de la pelea en lodo para descalificar su imagen al grado máximo. Y no sería raro que el ahora amoroso AMLO también esté metiendo las manos para que el candidato del PRI resulte ser desacreditado, lo que representa la predicción de la inevitable derrota electoral de los dos en confabulación, porque se la viven tirándole duro a Peña Nieto con la izquierda y con la derecha fieros golpes fallidos. Sin tino a su destino.

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