lunes, 30 de abril de 2012

La Bola de Cristal
Los barruntos de un diputado
Rogelio RIVERO


El resultado profundamente fallido al clamor que con tanto movimiento y alharacas con extensión vocálica utilizó ante los medios de comunicación el diputado perredista, Antonio Meckler Aguilera, al promover ante el Legislativo Local una demanda de juicio político contra el ex gobernador, Félix González Canto y, por ahí, -haber si se caía de su candidatura del PRI al Senado-.

Cuando los legisladores de la Comisión de Justicia señalaron el diserto en el epílogo del acertijo del perredista Meckler Aguilera referido en la demanda de juicio político contra el ex gobernador, Félix González Canto, fue sólo barruntos del diputado de marras. Y la institucionalidad fue implacable, con la ley en la mano, ante la controvertida denuncia del legislador perredista que desembocó en una negativa de procedencia legal. Improcedente.

La marea terminó estrellándosele de lado y lado en una espiral legal reveladora con la que se dio fin a la pretensión en la que había caído la frágil demanda del legislador perredista que no supo orientar con coraje y tino su rabioso malestar.

Como si todo fuera poco, con la demanda que irresponsablemente quiso causar un efecto devastador al ex gobernador, sino que también ha sido activo promotor de agresiones y subversión contra el mandato cupular de las izquierdas en armadijo opositor denominado Frente Progresista, por mandar de emergente a la candidatura al Senado a Joaquín González Castro en el lugar que dejó Gregorio Sánchez.

En sus grandilocuentes amenazas de poner fin a las pretensiones del candidato del PRI al Senado, los promovientes olvidaron lo más elemental: el sustento de la demanda con pruebas. No las hubo. Y por ende dieron al traste las tan ominosas pretensiones de los perredistas y otro que se les aunó. O será que el diputado perredista sólo quería a embalsamar a Félix y pasearlo cual delincuente electoral. O fue pantomima para seguir fastidiando al candidato del tricolor.

O quizás no, porque si la experiencia del presunto culpable asoma un perfil de liderazgo y podría darle una soberana mandada al diablo a toda la gavilla en contertulio que tanto juegan con el efecto faccioso electoero. Y no lo hizo. Espero paciente la legalidad. Con el fracaso del promotor del juicio político que le fue adverso y converso en el Congreso del Estado, que los diputados no respaldaron a los verdugos.

Es mejor que se dedique a cultivar a lo que más le aporte a su futuro. No fue nada agradable para la mayoría, donde una minoría antidemocrática y excluyente que antes se solazaba, rodeada de los eternos aplaudidores, con la precariedad de una demanda de juicio político, a todas luces ilegítimo. Los escenarios electorales no adolecen de algo que pareciera vital, con los supuestos que deberían estar presentes las pruebas para que sus probabilidades fuesen más altas.

Pero es inútil encontrar esos ingredientes en cuanto a una demanda de juicio político cuando se examina con legalidad. Más si solo va con el sentido e intento de exterminio político-electoral. Sin embargo, eso se realiza fastidiosa y recurrentemente por la grey perredista cuando instan que la ley sea a modo. Todopoderoso. A omnímodo.

http://laboladecristal-rogelio.blogspot.com/

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