martes, 5 de junio de 2012

La Bola de Cristal, "El tercer tercio", 01 de Junio del 2012

La Bola de Cristal
El tercer tercio
Rogelio RIVERO

Al terminar los dos primeros tercios se inicia la parte más importante de la lidia electoral, el último tercer tercio, la cual se verá precedida de un brindis de triunfo. En el transcurso de los tercios anteriores el lidiador delantero se ha dado cuenta de las características del burel que enfrenta y con base en ello inicia el trasteo que espera se convierta en faena con supremo triunfo.

La muleta se convierte desde el momento del toque de aviso del tercer tercio, en la culminación de la faena que le permitirá proyectar a los tendidos el arte y el sentimiento del que va adelante en el paseíllo, logrando con ello una comunicación y entendimiento plenos.

El tercio de muleta se inicia con doblones de castigo o con pases por alto a las embestidas del astado, que lo ataca por la izquierda y por la derecha, dependiendo de la fuerza de una doble embestida. El pase clásico de muleta es el pase natural, realizado hacia la izquierda y ayudado con el estoque con la derecha, la misma suerte instrumentada con los trastos invertidos, se lanza con un medio giro a matar desde el centro del redondel.

A estas alturas los dos bureles se ven decaídos físicamente, momento que es aprovechado por el investido de oros y luces pasa realizar desplantes y mostrar el dominio que ha ejercido sobre la Suerte Suprema.

Algo así que se ve venir a tres tercios de campaña, que culminará con la faena electoral el domingo 1 de julio, y resta sólo un mes, de tres, para el día de las votaciones electorales presidenciales y para ocupar las curules en San Lázaro y el Senado.

Una viabilidad inherente al discurso electoral del candidato del PRI presidencial, Enrique Peña Nieto, la constituye con interés en conciliar en todo evento con seguidores y obstaculizadores, el rasgo que ante el fragor de la campaña, más temprano que tarde toparía con algunos obstáculos. Como lo que observamos en tiempo reciente.

Tal consecuencia de lo referido, desde el inicio de la campaña, Enrique Peña Nieto se ha distinguido con un discurso político congruente, que siempre ha buscado el congraciarse con todos, hoy luce importante para hacer frente eficientemente a una ofensiva dual, ello en virtud de un ataque de lodo, -con todo-, que aún así, insiste en proclamar, con propiedad, la naturaleza de una ideología de paz.

Una vez así, también se ha hecho llegar a la mente y corazón de cada simpatizante, militante y candidato del partido tricolor, los valores sociales, económicos y políticos implícitos en el régimen democrático de libertades propuesto por Peña Nieto, pero evitando la agresión. En contraste al caos de los partidos opositores y su campaña facciosa y falaz.
La contendora presidencial opositora del ala derecha, Josefina Vázquez Mota, apoyada por la morena izquierda del también presidencial, Andrés Manuel López Obrador, los dos carentes a mostrar algo nuevo luego de 12 y 6 años, respectivamente, al pretender cambiar la percepción de la realidad, algo nada sencillo, valiéndose para ello de absolutamente todos los recursos concebidos para arremeter con constante golpeteo, abajo y arriba contra el puntal en las encuestas, Enrique Peña Nieto. Desde la mentira más absurda hasta la encuesta más inexplicable, todo vale a la hora de confundir a una sociedad de por sí traumatizada por el galimatías conservador y el ideal fascista, como les espetó el poeta Javier Cicilia.

Lo anterior no tiene nada de extraño ni sorpresivo, conocidos como fueren los experimentos habidos en la historia política-electoral, pero sí debe llamar la atención en torno a la ineficiente respuesta que ante ello va brindando el comando pernicioso de oposición al tricolor.

Es necesario que la candidatura presidencial no sea una representación de antivalores, ni capaz para ello de dislocar cualquier imagen con miras al logro de un beneficio electoral prevalido al escándalo público sin mayor límite de la voluntad del supremo electorado.
riveroeulalio@hotmail.com

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