La Bola de Cristal
Año electoral
Rogelio RIVERO
Este año electoral que apenas inicia, es a contra reloj para los partidos y movimientos políticos, a los que les quedan seis meses de plazo para mostrarse ante el electorado. Ya existen 2 candidatos únicos presidenciables, Andrés Manuel López Obrador, en el armadijo opositor de las izquierdas y, Enrique Peña Nieto, impulsado por la maquinaria tricolor y dos partidos afines.
En el amasijo de la panadería nacional ya están registrados 3 aspirantes para participar en las elecciones internas hasta saber quien sale del PAN del -entre-, entre los panistas, Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel Miranda y Ernesto Cordero Arroyo.
El régimen actual es sacudido en sus cimientos partidarios y aunque hasta ahora sus oferentes suspirantes se enfrentan cara a cara, resulta que las aspiraciones a las candidaturas, -nacidas de abajo-, de Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel Miranda, están enfrentadas al régimen partidario, y no son sino una parte de todo un proceso de política partidaria encubierta, que se mueve a favor de Ernesto Cordero en las entrañas.
El año 2012 mostrará desenlaces de la configuración de una nueva distribución del quehacer gubernamental, mientras que serán más claras las líneas de una nueva conducción estratégica del país.
Son cada vez más las personas que opinan que en la elección federal del 1 de julio del año que inicia, el PRI recuperará la presidencia de la República. Las razones de tal convicción se fundan más en lo que consideran notables debilidades de sus adversarios, lo que da más vigor a las fortalezas tricolores.
Desde luego que la profecía del retorno del PRI a Los Pinos, -de darse-, será también resultado del hartazgo y la frustración de la gente a la que los gobiernos blanquiazules le han quedado a deber, -en términos de transformaciones reales del país-, en contener la desigualdad u ofrecer empleo o ingreso remuneradores.
Esos pasivos, aunados a la vorágine de inseguridad y violencia que marcan la gestión federal actual, han generado frustración y desazón colectiva ante el futuro electoral, que hace preferir el retorno del que piensan que sí sabe cómo hacerlo.
Quizá por ello en las filas del PRI, entre sus cuadros dirigentes, en los sectores y organizaciones que orlan el universo tricolor, unidos con el candidato único, es el asunto que acapara la atención para llevar a la confirmación en las urnas a la victoria de su emblemático candidato, quien es su abanderado presidencial. Todas las energías se concentran en cerrar filas en torno a Enrique Peña Nieto.
Los profetas que anticipan la llegada del PRI, no pueden equivocarse. Salvo intuir que el gobierno federal no está cruzado de brazos. Políticamente, de pésimos reflejos, falto de carácter en muchas decisiones, pero se ve al comandante supremo del PAN obstinado en dejar un correligionario suyo como sucesor. Y harán todo lo que esté en sus manos para desbarrancar a Peña Nieto, exhibiendo las ineficiencias de los priistas de antaño, lo mismo que reeditar la guerra sucia que inundó el proceso electoral en el 2006.
Historias habrá de sobra contra las filas tricolores. Eso lo saben, -como el que lleva la delantera en las preferencias-, y tienen también buenos misiles para neutralizar y exhibir a los panistas. Cuestionar sus fallidas respuestas a la inseguridad y ponerlo contra la pared en momentos decisivos, les bastan y les sobran, dicen, para cantar victoria desde ahora. Porque ya ven a Enrique Peña Nieto en la silla presidencial. Punto
E mail: riveroeulalio@hotmail.com
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No necesitas tener una bola de crital, es evidente que este año ningun candidato es de la entera confianza de los mexicanos,yo no votaria ni por el PRI ni por el PRD y votaria por el PAN solo si Santiago Creel es el candidato oficial.
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