La Bola de Cristal
Rendición
Rogelio Rivero
En este proceso hay puntos de inflexión. Uno en particular merece ser destacado porque son elecciones para elegir al Presidente de México y para el cambio en el Poder Legislativo, -en San Lázaro y el Senado-. Es desde este entonces que las fuerzas políticas dejarán atrás la tentación del atajo y buscarán camino con la fascinación de la victoria, y se enrumban definitivamente, por la vía de acumular fuerzas con la mira puesta en obtener una mayoría que se exprese en las urnas.
En las circunstancias más amargas y difíciles los embates de un poderío que lucía como avasallante e ilimitado y que no estaba dispuesto a detenerse ante ninguna barrera en la pretensión de imponerse total y definitivamente en las urnas, Greg Sánchez se bajo del ring electoral, y ahora está fuera de la contienda. Fue su rendición anunciada. -Acción y efecto de rendir o rendirse-.
Por los momentos del pasado en los que se cometieron errores y se creyó en espejismos. En trechos políticos intermitentes por personas de poco criterio que tuvieron un poder desproporcionado. En algunos casos se trató de errores dolorosos e inexcusables, y que son con los que se vive en la cotidianidad cancunense.
En este tristemente célebre caso, -sin tratar de hacer leña del árbol caído-, los errores son fáciles de calificar como tales, cuando se voltea hacia atrás, con la ventaja de saber lo que pasó, pero que si se coloca en el momento, no resulta difícil ver qué otra cosa se hubiera podido hacer.
A pesar del esfuerzo de quienes alcanzan a ser caballeros andantes de causas nobles, hay quienes desde posturas mesiánicas buscan usufructuar los méritos de esos adalides con la intención de exaltar proyectos anodinos. Comodinos.
No se valen de argumentos de utilería para alegar compatibilidad entre el ideario del personaje y presunciones que procuran justificarse en nombre de infundadas ideologías políticas y religiosas. Y menos por la codicia de quienes usurpan la gloria alcanzada y ahora se rinden en el intento.
Y aún así se aduce justificando que es un atentado ficticio en su contra casi en el arranque de la campaña electoral, y que no ha pasado nada en esta otra oportunidad en contra del contrincante de marras, fuera de obligarse asimismo hacerse a un lado.
Y se advierte sin mayores preámbulos sobre una guerra sucia que se preparó contra el candidato opositor postulado por las cúpulas de las izquierdas en armadijo opositor llamado DIA, que no hacen nada por determinar el estado de veracidad, ni las razones que puedan dar motivo al hecho de su rendición.
Aun cuando prometía que ganaría las elecciones a fuerza de frivolizar la contienda con cánticos y posturas religiosas. Que por estos momentos deja de ser un líder populista para mutar en un sentimiento compartido de indignación e impotencia ante la ingratitud demostrada, porque todos los benitojuarenses están marcados con una historia del pasado dejándoles llagas en la piel. Punto
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