La Bola de Cristal
No más gasolineras
Rogelio RIVERO
El concepto de la instalación de gasolineras en zonas urbanas y escolares, tan manido en los últimos tiempos, ha sido debidamente entendido y atendido y, pareciera haberse terminado a razón de un punto de acuerdo en el Congreso del Estado cuando se dictamine que el territorio de Quintana Roo no podrá ser jamás cedido, traspasado, enajenado, ni aun temporal o parcialmente, para la instalación de estaciones de servicio de Pemex en áreas residenciales, de convivencia popular o escolar.
Este exordio vale ante el problema que ha suscitado la insensata decisión de extender la plataforma de venta de energéticos en la modalidad de gasolinas y diesel, usurpando una porción urbano-popular y escolar, por lo cual es reclamación por parte de virtuales afacetados, que han venido acarreándole serios inconvenientes a la autoridad que los permitió antes de su regulación.
Y es que casi al término de la administración municipal pasada, fue notoria la proliferación de construcciones de gasolineras en varios puntos de la ciudad de Chetumal y, que incluso, estarán enclavadas aun lado de viviendas urbanas y zonas escolares, lo que ocasionó varias marchas de vecinos inconformes por esta situación.
El Pleno de la XIII Legislatura del Congreso del Estado dio entrada a un punto de acuerdo promovido por el diputado presidente de la Gran Comisión, Eduardo Espinosa Abuxapqui, que busca exhortar a los Ayuntamientos de Quintana Roo para que expidan, revisen o actualicen los reglamentos que regulan el establecimiento y funcionamiento de gasolineras y estaciones de servicio.
De igual forma, el punto de acuerdo propone que los Ayuntamientos suspendan el otorgamiento de licencias o permisos para la construcción, apertura y funcionamiento de estos establecimientos, hasta en tanto se actualiza la normatividad correspondiente.
Incluso histórico, por cuanto el procedimiento emprendido en la Legislatura local por la situación que no tiene otra más que implicación que roza con el estilo autoritario de regímenes municipales anteriores, toda vez que estos hubieron tomado decisiones inconsultas que relegaron esfuerzos dirigidos a coadyuvar en la delimitación de áreas urbano-popular y escolares, por lo que han surgido exaltados desacuerdos ciudadanos.
De tal forma, que en el contenido de los reglamentos de las autoridades municipales, se debe prever que los predios para estos establecimientos sean compatibles con los usos de suelo determinados en el programa correspondiente; que estén ubicadas a una distancia mínima de resguardo de centros de concentración masiva como escuelas, hospitales, mercados, plazas comerciales, casas habitación, entre otros.
Y la situación de las gasolineras en Quintana Roo dejará de ser infortunada. Primero el suelo nativo que nada. Nuestra vida no es otra cosa que la herencia de nuestro Estado para las nuevas generaciones, como dicta la Vox Dei, Vox Populi. Voz de Dios, voz del Pueblo.
Más aún, el punto de acuerdo detalla en su propuesta, que la legislación federal y estatal, aporta las bases para que los municipios expidan la reglamentación para el establecimiento y funcionamiento de gasolineras y estaciones de servicios y, con ello, se proteja la integridad de las personas y sus bienes. Punto
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