La Bola de Cristal
Se alista la maquinaria priista
Rogelio RIVERO
El próximo 7 de octubre, según cronograma, inicia el proceso electoral 2012 para elegir a los candidatos a la Presidencia de la República, 500 diputados federales y 96 senadores de la República. Sin embargo el próximo 8 de octubre se realizará la reunión del Consejo Político Nacional del PRI, donde se decidirá el método estatutario para la postulación de candidatos a presidente de la República, diputados y senadores.
La campaña electoral, en consecuencia, debería centrarse en propuestas para reconstruir el país y combatir la pobreza y el desempleo, con un espíritu integrador y en una clara definición de responsabilidad, se hablará también de transición, de propuestas, de una nueva forma de conducir al país hacia un futuro pacífico y próspero. Pero no se trata solamente de hablar, sino de la certeza que se le imprime a esas palabras. Es posible, suena real y próximo.
Los priistas, categóricos y explícitos, en la víspera para llegar con unidad al proceso electoral de 2012, como para que no queden dudas, que el precandidato que más repunta en las encuestas, sea el candidato del PRI el ex gobernador del Edomex, Enrique Peña Nieto, quien tendría la principal responsabilidad en el manejo de un Ejecutivo constructivo y capaz.
Con la fijación de la fecha para las elecciones presidenciales, del Senado y de San Lázaro, en el PRI se cierra un ciclo más de incertidumbre. Otro entre tanto lo que se ha vivido en el andamiaje político. Y se centra con la noticia, -Enrique Peña Nieto va-, dijo él mismo sin cortapisas en un noticiero televisivo de cobertura nacional.
Sectores del tricolor criticaban -con o sin razón- la ausencia de una fecha clara para el encuentro nacional. Señalaban que los sectores reunidos en la mesa de la unidad estaban planificando y levantando cronogramas a cumplir con su rol institucional. Las elecciones van e irán dentro de los lapsos previstos.
Quienes temían con lógicos fundamentos alguna sorpresa desagradable con una manipulación para que la balanza se inclinara hacia Manlio Fabio Beltrónes, pueden quedarse tranquilos. Ciertamente el auto destape de Peña Nieto se adelantó, pero se hizo dentro de los marcos anticipados de los tiempos y, es compatible, con otros aspirantes adelantados de otros partidos, lo cual queda intacto de incurrir en alguna irregularidad.
Y por el otro lado de la cancha, los equipos de la oposición, con sus más emblemáticos partidos, de la Revolución Democrática, PRD, con AMLO y Ebrard, y Acción Nacional, PAN, con Ernesto Cordero primero, con las intenciones de unos cuantos entre quienes detentan el poder actualmente, que no son para nada buenas. Pero también existen dos panistas independientes alejados de la norma del tilde presidencial, Josefina Vázquez y Santiago Creel, entre quienes se desencuentran en intestinas guerras políticas.
En este marco abrumadoramente faccioso también se encuentran las tribus del PRD, alineados y renegados, quienes detentan intenciones distintas -y distantes-, y las que no pueden menos que esconder con vergüenza sus apetencias. Y una parte, con la que se parte, que sus puntos de vista no quieren decir que se esté en contra de sus compañeros de otras tribus de izquierda y que lo único que buscan es lograr con Morena, que AMLO sea su candidato porque en realidad el sí representa un el cambio real para México.
Y ya se hizo un llamado a las corrientes al interior del PRD, ya que se considera que a éstas siempre las traiciona su espíritu divisionista, y cada una agarra por su lado. Unos con AMLO y, otros con el carnal Marcelo. Y ni quién de los dos se atreve a cruzar la raya amarilla que es indeleble en el inconsciente de la unidad. Punto
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