La Bola de Cristal
Hoy, día del juicio final
Rogelio Rivero
Elecciones transparentes y en calma, libres de conflictos político-electorales, serán algunas de las aportaciones más importantes de los partidos y contendores en la entidad, además de impulsar una cultura de participación democrática y civismo entre la sociedad en general.
Con la experiencia de una ristra de elecciones realizadas en las últimas décadas, ahora se llega a la edición intermedia en Quintana Roo del actual sexenio del gobernador, Roberto Borge Angulo, con la voluntad de los diferentes actores políticos de la entidad, lo que ha permitido alcanzar una etapa de estabilidad política con autoridades electorales y representantes de los institutos políticos, organizaciones sociales y populares.
Este domingo los electores quintanarroenses están citados a acudir a las urnas, antes, los actores políticos, unos más dinámicos que los otros que se la llevaron apoltronados apostados solos en sus trincheras, vertieron en las campañas proselitistas sus propuestas al virtual electorado, quien hoy tiene los virtuosos instrumentos de la boleta y el crayón del voto en las manos para incrustar en el pautado de la boleta la destacada “X” que señala los sostenidos y, el silencio, a los sonidos disonantes para dejarlos en blanco, olvidados.
En 14 estados hoy se elegirán nuevos presidentes municipales, en 13 de ellos, también se renovará el congreso local y en uno, Baja California, habrá elecciones para gobernador. Los primeros comicios desde que gobierna Enrique Peña Nieto serán un buen termómetro para medir el pulso político-electoral de la nación.
Tener elecciones locales este domingo significa para los partidos estar “con el Jesús en la boca”, por esperar a ver que les toca o por ver pasar su inminente derrota durante el paso de la elección electoral, para luego prestar atención el esperado conteo que arroja el Programa de Resultados Electorales Preliminares, PREP, ya que se traduce en un mayor deseo de diferenciación entre las distintas opciones partidistas y, en caso contrario, en una muestra de la voluntad menor del electorado, sobre todo cuando se cruzan y usan -como suelen hacerlo- acusaciones de todo tipo.
Varios programas sociales y muchos acuerdos en puerta han sido suspendidos hasta después de las elecciones. Cuando las había a todo momento eran siempre motivo de reprobación al actual régimen priista por parte de la oposición en el urdido y ruido antagónico de perredistas y panistas.