La Bola de Cristal
Fin a posturas ambiguas
Rogelio RIVERO
A propuesta de los coordinadores de las fracciones parlamentarias representadas en el Congreso del Estado, la XIII Legislatura dio entrada a la iniciativa de un punto de acuerdo para reformar las leyes internas del Instituto y Tribunal Electoral de Quintana Roo, así como del propio Poder Legislativo y Ayuntamientos, para omitir las abstenciones al momento de votar decisiones en los Consejos Generales, Cabildos y en el mismo pleno Legislativo.
En el recuento del pasado se ha ubicado en los anales de la historia la actuación de los que se han comportado con abstención o simulación, ¿neutral o manipulada? En lo más visto en el Congreso, donde el esquema de votación se complica cuando los grupos parlamentarios escuálidos se han empeñado en el recurso de abstención para resolver alguna situación partidista o en lo particular, para darse tranquilidad a sí mismos.
Así no han jugado un papel destacado en las misiones con la acertada decisión de efectividad legislativa y, por ello, ahora se avocan a ponerle fin a lo que ha venido creciendo a través del tiempo en las decisiones de colegiados en órganos electorales, ministros, cabildos y en el propio parlamento.
En la exposición de motivos los legisladores oferentes argumentan que los representantes populares están obligados ética, política, legal y moralmente, a adoptar con toda claridad, posturas y posiciones en los órganos colegiados que estén orientados a defender los derechos y garantías de sus representados.
Estos tendrán la responsabilidad de legitimar o no su voto en la decisión que toca, más no con la abstención. Además serán llamados a rectificar el comportamiento cuando sean vistos con visos de tendencia condicional. O con pasmada parsimonia.
Pero a esos meses que faltan de actuación legislativa, los parlamentarios que desean participar con abstención ¡ahora que se abstengan! -valga la redundancia- y legislar con la obligación constitucional de cumplir sus encomiendas con la dedicación exclusiva sobre su gestión, para así rendir buenas cuentas al pueblo.
La jerarquización parlamentaria expuso, al referir ponerle fin a la abstención, lo que está claro que ninguno de los diputados, ministros o ediles, puede evadir responsabilidades. Y se recalca la importancia de no perder de vista los objetivos actuales del Parlamento local.
Igualmente positivo es el llamado a imponer el sentido común del Legislativo, órganos colegiados electorales y cuerpos edilicios a la nulidad de las ambigüedades. Lo que demuestra ejemplar parlamentarismo con lo que la reforma a las leyes internas de los órganos colegiados de marras, muestran inaceptable la abstención.
En congruencia, una abstención, excusa o impedimento, solamente se encontraría justificada en aquellas situaciones en que la Ley presume falta de condiciones para la emisión de una opinión subjetiva o imparcial por existir vínculos familiares, económicos o intereses de alguna clase por parte de alguno de los copartícipes. Punto
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